lunes, 18 de mayo de 2015

Los increíbles errores de Kliksberg


Bernardo Kliksberg tiene un impresionante currículum: Se graduó en cinco carreras universitarias (Licenciado en Sociología, Licenciado en Administración y Contador Público), dos de ellas con doctorados (Ciencias Económicas y en Ciencias Administrativas), y con las máximas distinciones. Ello más la Medalla de Oro de la UBA y dos veces el Diploma de Honor. Sumado a decenas de doctorados honoris causa por todos lados del mundo. Asesor de la ONU, UNESCO, UNICEF, OIT, OEA, OPS y otros. Autor de 55 libros y cientos de publicaciones. Y un gran Etc.

En el canal estatal Encuentro tiene una serie documentales llamados "El Informe Kliksberg". Uno de sus "Informes" está dedicado a las causas de la crisis económica mundial que comenzó desde 2007. Como veremos, está plagado de errores y clichés. 


De acuerdo con Kliksberg, las causas "son éticas" y son cuatro (min. 04:22 - 04:27. Aunque Kliksberg solo desarrolla tres… no es la primera ni la última incoherencia del video). Veámoslas una por una

Desregulación

De acuerdo con Kliksberg (min. 04:58 - 06:52):
Durante el periodo de Bush en los Estados Unidos, se dejó de regularse debilitaron las regulaciones y eso permitió que se desarrollaran las hipotecas basura, lo derivativos basura… las burbujas… Durante el periodo de Bush, la total desregulación en nombre de que el mercado lo iba a hacer todo produjo efectos… generaron pobreza, desocupación y todas las posibilidades para la especulación desenfrenada.
Kliksberg está repitiendo un cliché que es un mito característico desde 2007 hasta hoy. Jamás demuestra en qué cuantía o da una cifra cuantitativa o cualitativa de la supuesta desregulación. Sin embargo, es muy fácil demostrar la falsedad de esa acusación.

George W. Bush gobernó Estados Unidos desde enero de 2001 hasta enero de 2009. Por lo tanto, hay que demostrar que las regulaciones disminuyeron partiendo del año 2000, inmediatamente previo al mandato de Bush, hasta 2008, el ultimo en donde tomó decisiones. Una "total desregulación" necesariamente significa una disminución considerable y progresiva tanto de la cantidad de regulaciones como del gasto estatal regulatorio en un periodo.  


El Registro Federal (Federal Register) norteamericano es el equivalente a nuestro Boletín Oficial. Contiene publicadas todas las leyes, reglas, regulaciones, propuestas, reglamentaciones, etc. Su cantidad de páginas es un buen proxy amplio de la cantidad de regulación.

Con excepción de un solo año (2001), la cantidad total de páginas del Registro Federal durante el resto del mandato del Bush hijo jamás bajó de las 70.000 páginas. Para que fuera cierto el cliché de la "desregulación" es absolutamente necesario que esa cifra baje. Lo cual no ocurrió. De hecho, si tomamos punta a punta desde 2001 hasta 2008, la cantidad de páginas aumentaron 23 %. Un incremento así, implica mayor regulación, no menor.

Pero, como ya expliqué hace años, alguien podría objetar la amplitud del Registro Federal pues este puede contener discusiones sobre leyes, interpretaciones, etc. que aumentan la cantidad de páginas. Por lo que podemos ver una de las más exactas medidas de regulación. La cantidad de páginas del Código Federal de Regulaciones (Code of Federal Regulations o CFR), el cual incluye solo regulaciones existentes.


No hay mucho que comentar. Claramente la tendencia de la cantidad de páginas con regulaciones ha sido creciente durante todo el mandato de Bush. Solo en un año (2003) la cantidad bajó, pero esa disminución fue mucho más que compensada por posteriores incrementos. La tendencia, sin embargo, fue claramente creciente. Desde el año 2000 hasta 2008 la cantidad total de páginas solo con regulaciones aumentó 14 %.

Pero no solo la CANTIDAD de regulaciones aumentaron o, en su defecto, no se redujeron en los años de Bush hijo. Tampoco el GASTO real en regulación se redujo a lo largo de su periodo.


Como se ve en el gráfico, el gasto, descontando la inflación a dólares del año 2000, en regulación económica aumentó casi 35 % y en regulación social un 54 % entre el año 2000 y 2008. En cuanto a la regulación específicamente bancaria y financiera, en los informes no se especifican los datos desde 2001 hasta 2003 por lo que esa caída de 2005 con respecto al 2000 no se sabe si fue constante o solo de ese año particular. De cualquier manera, hacia 2008, el gasto real en regulación financiera y bancaria aumentó casi 10 % con respecto al año 2000. Por lo tanto, si tomamos el año 2000 y 2008 cuando Bush aún no asumía y el último de su administración, no hubo desregulación financiera. Tanto la CANTIDAD como el GASTO real en regulaciones son mayores al final de su periodo de lo que eran antes de él.

Como porcentaje del PBI, el gasto total en regulación social y económica pasó desde el 0,25 % en 2000 al 0,32 % en 2008. Ni siquiera en esto se observa ningún intento por desregular en la era de Bush. 

El primer punto de Kliksberg colapsa por si solo por el simple hecho de que es falso. Con los datos cuantitativos mostrados, se prueba que no ha habido desregulación durante la era de Bush hijo. Repito: NO la ha habido. Bernardo Kliksberg simplemente está repitiendo y, peor aún, basándose en un cliché para demostrar su punto.

Codicia desenfrenada

Kliksberg dice (min. 09:07 - 09:40):
Era egoísmo exacerbado, llevado a su máxima expresión... Una cantidad de altos directivos, presidentes y gerentes de empresas financieras faltos de toda ética hundieron sus empresas, hundieron a la población, causaron daños gravísimos al mundo.
Este punto es solo otro cliché. Kliksberg simplemente describe y da por hecho la avaricia. Pero jamás se pregunta por qué ocurrió la codicia desenfrenada en primer lugar. Livianamente la toma como dada del propio sistema. Hace años mostré que era falso culpar a la avaricia de la crisis. Ahora solo daré un comentario general suponiendo que los datos de Kliksberg son ciertos. Voy a descontar la evidencia empírica que muestra que los bancos con incentivos menos alineados entre CEOs y los intereses de los accionistas no mostraron peor performance (lo cual, de por sí, destruiría el argumento de Kliksberg).

Lo cierto es que en un mercado libre, ese al que Kliksberg culpa de la crisis, las pérdidas y las bancarrotas son absolutamente necesarias. En exactamente la misma medida en que los beneficios son absolutamente necesarios. Las pérdidas y bancarrotas permiten liberar recursos que están mal invertidos para trasladarlos a inversiones que sí sean rentables. Los rescates (bailouts) por parte del Estado (dar apoyo financiero a un empresa en mala situación financiera o bancarrota) o las garantías implícitas o explicitas de rescate; impiden ese saludable proceso. Si una empresa o banco hace mal las cosas y tiene pérdidas o está por quebrar y luego es rescatada por el Estado; entonces no tiene que preocuparse por dejar de hacer las cosas mal.

Cometer errores y perder dinero provoca temor, y el temor es un motivador. El miedo a perder dinero o a ir a la bancarrota es un incentivo. El miedo pone un límite estricto a la avaricia. Si se remueve ese miedo a las pérdidas o a la bancarrota con rescates, entonces ¿Qué limita a la avaricia? Nada. Kliksberg habla de "codicia desenfrenada", pero jamás menciona la verdadera razón que quitó el freno.

Pero además, otro hecho nunca mencionado por Kliksberg es la expansión crediticia deliberadamente provocada por la FED desde el año 2001 y la correspondiente caída relativa de las tasas de interés que creó incentivos y recursos para "especular sin frenos", hacer inversiones arriesgadas y malas inversiones.

Para que hubiera habido un mercado libre, no debieron existir rescates estatales ni promesas explicitas o implícitas de rescate antes y después de la crisis. Ni tampoco expansión artificial del credito. Dado que los hubo por todos lados, es falso decir que el mercado promovió la "codicia desenfrenada". Es simple lógica. Los clichés de Kliksberg no la tienen.

Por lo tanto, aun asumiendo que todos los casos que presenta Kliksberg son ciertos, ellos fueron provocados por una intervención estatal que promovió artificialmente la codicia. Repito: no es la codicia en sí misma la causa de la crisis, como falsamente argumenta Kliksberg, sino una intervención del Estado que cambió artificialmente los incentivos.

Por lo tanto su punto número 2, de culpar a la codicia per se de la crisis, es también falso. Y su nula mención de las intervenciones estatales que promovieron artificialmente la avaricia, hacen dudar, a esta altura, de su honestidad intelectual en este "Informe".

En cuanto a Enron, aun asumiendo que damos por sentado lo que dice Kliksberg de que fue causado por "la avaricia", recuerden que no fue la agencia reguladora estatal SEC sino un administrador de hedge funds, James Chanos, el que detectó a los que defraudaron a la compañía. Él leyó los informes financieros e inmediatamente supo que eran fraudulentos. El afán de lucro lo hizo tener posiciones de corto en sus acciones y ganar beneficios al exponer el caso. La SEC, por años, falló en ver lo que ocurría. Fue "la avaricia" de Chanos lo que más ayudó a iluminar el caso Enron, en contra de lo que dice Kliksberg. Por lo que ni siquiera es cierto que mayor regulación estatal necesariamente ayude a evitar esto. Incluso dando por certera la descripción de Kliksberg, no se desprende que "la avaricia" per se sea la principal causa. Y, de hecho, el caso Enron demostró que fue precisamente el afán de lucro lo que sacó a la luz al fraude.

Insolidaridad

Los problemas argumentativos de Kliksberg se agravan en lugar de disminuir. Apelando a la autoridad del tercer hombre más rico del mundo, Warren Buffett, Kliksberg lo cita (min. 14:41 - 15:20):
No puede ser. Yo pago de impuestos el 16 % de mis ingresos. Mi secretaria paga el 35 %. Y ¿Por qué?
Pero empeora cuando dice:
Porque durante el periodo de Bush, desgravó totalmente a los muy ricos, al 1 %. Les quitó gran parte de los impuestos hasta convertirlo en que podían pagar menos impuestos, de la mitad, del promedio de la población.
Como demostraron Stephen Moore, Mark Perry acá, acá, acá y acá, entre otros que muy respetuosamente también lo muestran; Buffett se equivoca completamente en temas de impuestos. La "Regla Buffett" es falsa. La premisa entera de Buffett es incorrecta.


Como se observa, en el año 2008 (último del mandato de Bush hijo cuando, según Kliksberg, la tasa de impuestos al 1 % más rico debería ser ultra baja con respecto al resto de la población), según la AFIP norteamericana (el IRS), los que recibieron 1 millón o más de ingreso bruto ajustado pagaron en promedio 23,3 %. Los que ganaron entre U$S 50.000 y U$S 100.000, eso posiblemente ganaría la secretaria de Buffett, pagaron en promedio 8,9 %. Los millonarios en 2008 pagaron en promedio más de dos veces y media la tasa que pagó la secretaria de Buffett, con los ingresos presentados.

Es falso que los CEOs paguen en promedio menos tasas de impuestos que sus secretarias. La premisa de Buffett es falsa. Kliksberg se basa en y repite esa premisa de Buffett. Por lo tanto, lo que dice Kliksberg es falso. También es falso que el 1 % más rico pague, en promedio, la mitad del promedio de la población.

En cuanto a los países nórdicos, el Washington Post, difícilmente clasificable como un diario de derecha, demuestra que ciertamente tienen problemas. En Suecia hay un creciente problema racial así como que un partido muy renuente a la inmigración obtuvo bastantes votos. El desempleo juvenil es relativamente alto tanto en Suecia, Finlandia como en Dinamarca. También tiene una deuda por hogar alta y una posible burbuja inmobiliaria de la que hasta Krugman está nervioso. Dinamarca fue muy golpeada por la crisis y hasta sus sistema educativo ya no es tan bueno.

Su proselitismo hacia gobiernos latinoamericanos, y particularmente el argentino (el cual subsidió sus "Informes" con dinero de impuestos), es irrelevante. Bastará esta referencia y además decir que la pobreza en Argentina (que ya no se mide) está a niveles de los 90s. Solo los fanáticos K y Kliksberg con sus clichés pueden pretender "profundizar" eso y decir que Argentina tiene un gobierno al cual "le importa la gente".

Kliksberg falla enormemente la mayor parte de su "Informe" sobre la crisis. Muchos de los informes dedicados a otros temas que he visto tienen problemas similares a este. Esto debe tomarse solo como un ejemplo de que no se puede hacer algo basado únicamente en clichés y frases trilladas. Uno debe, al menos, probar mínimamente lo que dice.

martes, 12 de mayo de 2015

El mito de la "victoria soviética"


El 8 de mayo de este año se conmemoró el 70 aniversario de la rendición incondicional alemana de 1945 que puso fin a la Segunda Guerra Mundial en Europa (aunque Japón seguía combatiendo en el Pacífico). La izquierda, por su lado, salió inmediatamente a unirse al actual discurso ruso de hacer propaganda sobre que "los soviéticos nos salvaron de los nazis".

Un medio "serio" como el diario con tendencia progresista, Washington Post, directamente titula: "No hay que olvidar cómo la Unión Soviética salvó al mundo de Hitler".

Por supuesto, no podemos esperar una mirada que no sea pro-soviética en RT (canal de noticias internacionales creado y financiado por el gobierno ruso) que, al menos, es honesto en su esfuerzo propagandístico cuando, en una tendenciosamente construida pregunta de encuesta, dice: "Tras 70 años de la Victoria soviética sobre el nazismo, ¿es posible una Tercera Guerra Mundial?". La táctica de Putin de revivir viejas glorias para sacar provecho personal se acopla a los deliberados desatinos históricos de gran parte de la izquierda.

Dada la alianza política venezolana-rusa, predeciblemente el canal de noticias internacionales creado y financiado por el gobierno de Venezuela, Telesur, se adhiere completamente al relato ruso.

La idea a transmitir, es que la victoria fue realmente soviética y que ellos, en definitiva, acabaron con los nazis (con, tal vez, algo de ayuda aliada). Cualquier idea en contrario es solo parte de la "propaganda occidental capitalista".

Ninguna de las notas mostradas, ni de similares que leí estos días, hace la más mínima mención a la ley norteamericana Lend-Lease (en español: Ley de Préstamo y Arriendo). El Lend-Lease fue una ley de marzo de 1941 pasada por el Presidente de Estados Unidos, Franklin Roosevelt, para permitir al gobierno enviar suministros militares de todo tipo a los países que considerara. A cambio, Estados Unidos pedía permisos para desplegar bases. Para más deshonestidad, si uno busca "préstamo y arriendo" en RT, se encuentra desde un documental hasta una noticia referida de fin del año pasado. Sin embargo, en las notas sobre el actual festejo, ni se lo menciona. 

El historiador y profesor emérito de la Universidad de Nueva York, Dr. Albert Weeks, tiene un libro (Weeks, 2004) no muy largo dedicado a analizar la ayuda enviada a la Unión Soviética. En su forma original, la ley tenía como objetivo ayudar a Gran Bretaña, China y otros países. Pero desde noviembre de 1941 se incluyó mandar ayuda en forma de suministros militares a la Unión Soviética también, aunque de facto ya se le enviaba material desde septiembre (Weeks, 2004: 22-23). Previo a la caída de la Unión Soviética, los historiadores creían que el Lend-Lease solo proveía un 4 % del equipo militar que los soviéticos producían (porque las cifras de producción estaban artificialmente infladas). Luego del colapso socialista y con la desclasificación y mejor acceso a los archivos, se corrigieron las cifras. Así, el historiador ruso Sokolov demostró que, en realidad, el Lend-Lease representó entre 15 % y 25 % (en algunos casos, hasta 50 %) de los productos militares que los propios soviéticos producían (Weeks, 2004: 8). Es decir, la ayuda económica y militar de Estados Unidos a la URSS para combatir a los nazis fue considerablemente grande. 

El Lend-Lease fue, de acuerdo con historiadores (varios de ellos rusos), un "salvavidas". En el sentido de que, sin esa ayuda, la Unión Soviética se hubiera retrasado fatalmente en alcanzar la victoria o al menos no habría podido contrarrestar el embate nazi hacia los años 1943-44. Ese retraso le habría dado tiempo a Hitler, del cual carecía, para perfeccionar varias armas que estaban en diseño (alguna bomba atómica o misiles de largo alcance) (Weeks, 2004: 7-8).

Algunas cifras totales del programa norteamericano Lend-Lease (incluye las contribuciones de los "aliados anglosajones" Estados Unidos, Gran Bretaña y Canada) para ayudar a los soviéticos (Weeks, 2004: 67, 122):
  •  10.000 tanques
  •  10.000 piezas de artillería
  •  14.500 aviones
  •  100.000 toneladas de caucho
  •  500.000 toneladas de metales no ferrosos
  •  casi 500.000 camiones
  •  2.7 millones de toneladas de provisiones de comida
  •  cientos de barcos
  •  maquinaria por un valor de U$S 3.000.000.000 (incluyendo fábricas completas)
  •  vestimenta militar para 3.000.000 de soldados rojos
  •  alimento para que un ejército de 12.000.000 de soldados tengan media libra de comida por día durante toda la guerra
Difícilmente esto pueda considerarse que es una ayuda marginal. Weeks menciona otras muchas formas de asistencia norteamericana, pero solo me quedaré con eso. El Land-Lease costó entre 42 y más de 50 mil millones de dólares. Casi un tercio era la parte que le tocaba a la URSS, 12.5 mil millones (Weeks, 2004: 23, 128). Ajustándolos por inflación con el IPC norteamericano, los 50 mil millones de 1945 equivalen a 652 mil millones de dólares actuales. La URSS, por otro lado, recibió hacia 1945 el equivalente actual de 163 mil millones de dólares.

Todo ese equipo contribuyó enormemente a la movilidad y supervivencia del ejército rojo. Una parte se deterioró por la mala manutención por parte de los soviéticos y su ineficiente infraestructura, apilándose como chatarra (Weeks, 2004: 124). Sin embargo, la inmensa mayoría se utilizó inmediatamente.

Weeks es muy prudente en hacer un juicio definitivo sobre exactamente cuan crucial fue la ayuda (Weeks, 2004: 134). Pues es absolutamente imposible retroceder el tiempo y observar en aislado que habría ocurrido sin el Lend-Lease. 

A pesar de esto, es un completo non sequitur: 1) decir que fue una "victoria soviética", dado que recibieron enorme ayuda por parte de los norteamericanos con el programa Lend-Lease. Tanto para avanzar contra los alemanes como para resistir su invasión. En última instancia, lo históricamente correcto es decir "victoria de los Aliados". 2) creer que la mediocre economía planificada de Stalin podía, por sí sola, producir recursos suficientes para derrotar a los alemanes. De hecho, el acontecimiento histórico innegable de la gran asistencia norteamericana, pone en serias dudas que pudieran.

En resumen: la Unión Soviética recibió una ayuda enormemente importante (y posiblemente definitoria) de suministros militares y estratégicos por parte de Estados Unidos con el programa Lend-Lease. Tanto para combatir la invasión nazi como para la posterior ofensiva. No fue una "victoria soviética", sino una "victoria Aliada". 

La izquierda llama "ignorancia" a lo que se conoce sobre la Segunda Guerra Mundial en occidente mientras, por otro lado, deliberadamente oculta hechos históricos fundamentales que afectan mortalmente el relato que despliegan. El doble rasero que practican algunos de sus miembros es lamentable.

PD: Adelantándome a cualquier posible trolleo, quiero dejar claro que de ninguna manera se desprende, de los hechos presentados, que defiendo al gobierno americano o a los nazis. Ni tampoco he dicho que los soviéticos no hicieron nada contra Hitler ni que los norteamericanos hicieron todo. El blog tiene suficiente material criticando cualquier medida gubernamental y la propia esencia interventora del Estado (sea cual sea ese Estado). El que crea que señalar la existencia de un hecho histórico (deliberadamente obviado por algunos), que pone en serias dudas el relato de "victoria socialista", es una defensa del gobierno de Estados Unidos o del "imperialismo" o de los nazis; deberá agregar eso a su caja de falacias. Hacer evidentes las falencias argumentales típicas de una ideología, en absoluto implica defender otra tanto o más extrema.




Weeks, Albert L. (2004) Russia's Life-Saver: Lend-Lease Aid to the U.S.S.R. in World War II. Lanham, Maryland: Rowman & Littlefield Publishers, Inc. 2010.

domingo, 10 de mayo de 2015

¿Necesitamos banco central? El Patrón Oro VS la FED (II)


En general, cuando se trata de medir la duración de las recesiones en Estado Unidos, la voz más autorizada es el calendario de fechas del National Bureau of Economic Research (NBER). Sin embargo, en su paper de 1992 titulado "Remidiendo los ciclos económicos" (Remeasuring Business Cycles), la nuevo keynesiana Christina Romer desafía al NBER. Utiliza un algoritmo simple para lograr una mucho mejor estimación de la duración de las recesiones y expansiones antes de la Primera Guerra Mundial. La tabla 3 de su estudio muestra cuantos meses hay entre los picos y los valles tanto según el NBER como sus nuevos cálculos. Basado en las mejores fechas de Romer, tenemos el siguiente gráfico:

Longitud promedio de las recesiones
en distintos periodos, en meses
Observen que la longitud promedio de las contracciones económicas es menor durante el Patrón Oro de lo que es con la Reserva Federal (1914-presente). 

Tiempo que tarda la economía en recuperarse
en distintos periodos, en meses
No solo la longitud de las recesiones es menor, también bajo el Patrón Oro le economía tardaba menos en recuperarse de lo que lo hace luego con la FED.

Las implicaciones de Romer son muy importantes. Sobre la duración de las contracciones económicas comenta:
Cuando uno compara mis nuevas fechas para 1887-1917 contra las de postguerra elegidas para el algoritmo, no hay evidencia de una disminución en la duración de las contracciones a lo largo del tiempo.
Y en cuanto a la severidad de las recesiones:
Esto sugiere que las recesiones no se han, en promedio, hecho menos severas a lo largo del siglo XX.
La recuperación, el tiempo que tarda la economía en volver al pico anterior de producción, también era más rápida en la era pre-FED:
Las nuevas fechas… muestran que en la era pre-I Guerra Mundial le tomaba a la economía de Estados Unidos un promedio de 8,9 meses moverse desde el valle al pico previo. En la era postguerra el tiempo promedio de recuperación es 10 meses y en la era entreguerras es de 17 meses… ello indica que la economía tenía tal vez un poco más de poder de recuperación antes de la Primera Guerra Mundial de lo que tiene hoy.
Su conclusión es demoledora para los que creen que el Banco Central mejora la performance de la economía en cuanto a los ciclos económicos:
Por lo tanto, los cambios en las recesiones revelados por la nueva cronología no muestran un obvio mejoramiento en los ciclos económicos a lo largo del tiempo… las recesiones en promedio no se han hecho más cortas, menos severas o menos persistentes a lo largo del tiempo.
Una vez más, se observa que el periodo del Patrón Oro Clásico era superior a la era dominada por el Banco Central americano.

sábado, 9 de mayo de 2015

Más sobre la FED siendo expansiva en los 30s


Continuando con el post anterior sobre la FED en los 30s, veamos un par de puntos más. 

De acuerdo con el relato monetarista clásico de Friedman y Schwartz (1963), que también pueden ver en este video (desde 11:50 hasta 15:25), la Reserva Federal se comportó magníficamente en los años 20s. ¿Quién era el artífice de ese logro? Benjamin Strong, el presidente el Banco de la Reserva Federal de Nueva York y prácticamente quien dirigía las políticas de todo el sistema de la Reserva Federal desde que comenzó a funcionar en 1914. Lamentablemente, Strong murió en 1928. Al ocurrir eso, sus sucesores cambiaron las medidas que Strong pudo haber realizado de haber estado vivo en 1929-1933. La FED y sus oficiales fueron inconsistentes con la política previa que llevaba a cabo Strong y, por ello, el Banco Central no evitó el colapso de la oferta monetaria. El órgano central monetario, de haber actuado consistentemente con lo que hacía su fallecido predecesor, habría sido expansiva y no pasiva.

Recuerden que, para Friedman y Schwartz y los monetaristas, lo que causó la depresión fue la contracción de la oferta monetaria. No es que la FED causó directamente la Gran Depresión, sino que ella falló en realizar las políticas que hubieran evitado que la recesión se convierta en depresión.

A continuación, algunos datos para observar que tan "pasiva" fue la FED en 1929-33:

Tasa de Descuento del Banco de la 
Reserva Federal de Nueva York
La tasa de descuento del Banco de la Reserva Federal de Nueva York (Board of Governors, 1943: 441), fue reducida casi constantemente entre octubre de 1929 (cuando cae la bolsa, barra azul) y fines de 1931. Llegando así al mínimo de toda la historia de la FED hasta ese momento: 1,5 %. En noviembre de 1931 aumentó hasta el 3,5 % debido al abandono del Patrón Oro de Gran Bretaña. Rothbard (1963: 262-63), correctamente, evita caer en la "falacia de la tasa de interés" en la que caen muchos al basarse solo en esa suba como una muestra de que la FED estaba teniendo una política monetaria "restrictiva". Aun cuando la tasa de interés ciertamente subió, las reservas controladas aumentaron en ese periodo. Por lo tanto, la Reserva Federal seguía siendo decididamente inflacionaria. En 1932 vuelve a bajar al 2,5 % y en 1933 hasta el 2 %.

Bonos del Tesoro comprados 
por la FED, octubre de 1929 = 100
Como se observa en el gráfico, entre octubre de 1929 y diciembre de 1933, tomando el promedio (diario) en cada mes, las compras de bonos del Tesoro aumentaron un 1.479 % (Board of Governors, 1943: 371). En particular, luego de octubre de 1929 y de febrero de 1932, ocurren dos saltos muy importantes. Difícilmente puede tomarse un 1.400 % de aumento como una actitud tímida por parte de la FED.

Reservas por bonos del Tesoro comprados 
por la FED, octubre de 1929 = 100
En el gráfico de arriba se muestran nuevamente las compras de bonos del Tesoro, con octubre de 1929 = 100 también usando el promedio de todos los días de cada mes (Board of Governors, 1943: 370-71), pero hasta 1931. Observen como, inmediatamente producido el crash de la bolsa de octubre de 1929 (barra azul), la FED triplicó su tenencia de bonos del Tesoro. Llegando a quintuplicarla a fines de 1931.

En cuanto a que la FED no actuó de manera consistentemente inflacionaria en 1930-33, tanto los economistas austriacos como hace pocas décadas otros economistas, han expresado su gran desacuerdo. La Reserva Federal fue todo lo expansiva que pudo de acuerdo a los austriacos y, según otros economistas (incluyendo algunos monetaristas), la FED no se comportó muy diferente a como Strong hubiera actuado en 1929-1933.

El que es posiblemente el mejor economista monetario de la Escuela Austriaca vivo hoy, Joseph Salerno, se enfrentó al monetarista Richard Timberlake en 1999-2000 sobre si la FED fue o no inflacionaria en 1930-1933. Salerno (1999) demostró, entre otras cosas, que la FED sí fue consistentemente expansiva durante 1930-33. Su artículo se subtitula: "La política monetaria de la Reserva Federal fue consistentemente inflacionista." Y su conclusión es:
Nuestra conclusión, entonces, es que la política monetaria de la FED, a excepción de periodos muy breves en 1929 y 1936-37 cuando se volvió levemente desinflacionista; fue incansable y consistentemente inflacionista en los 1920s y 1930s.
Allan Meltzer (uno de los fundadores del monetarismo moderno y el más grande heredero de Milton Friedman) unos años luego, en su monumental obra sobre la historia de la Reserva Federal, confirma la conclusión de Salerno de que la FED fue consistentemente expansiva en 1929-33 (Meltzer, 2003: 273-74):
Un problema con algunas de estas explicaciones es que la Reserva Federal no fue enteramente pasiva durante los tres y medio años del declive. Más de un vez compró títulos o bajo la tasa de redescuento. Respondió activamente a eventos tales como la salida del Patrón Oro de Gran Bretaña en octubre de 1931 aumentando la tasa de redescuento para contrarrestar una salida de oro, como las reglas del Patrón Oro requerían… Como notan Wicker (1966), Brunner y Meltzer (1968b) y Wheelock (1990, 1992); los oficiales de la Reserva Federal se comportaron consistentemente en los declives de 1923-24, 1926-27 y 1929-33.
Por supuesto, a pesar de esta confesión, y como todo buen monetarista, más adelante Meltzer se ve obligado a recordar que él acepta la esencia de la explicación de la Escuela de Chicago: que la FED pudo haber evitado el desastre expandiendo lo suficiente. Según Meltzer (2003: 728-29): 
Si la Reserva Federal hubiera mantenido el crecimiento monetario, el país y el mundo habrían evitado años de depresión. El fracaso de actuar durante la Gran Depresión fue el más grande error de la Reserva Federal, pero estaba lejos de ser el único.
En el último párrafo de la conclusión del libro del economista monetarista David Wheelock (1991: 117), a quien vimos defender muy deshonestamente la Reserva Federal contra el Patrón Oro; se puede leer:
El comportamiento de la Reserva Federal durante la depresión fue, por lo tanto, ampliamente consistente con sus políticas previas. La FED quería limitar la depresión y deseaba una política monetaria laxa para alcanzar su objetivo.
De hecho, hasta (nuevos) keynesianos como Romer y Romer (2012) dicen que, según Friedman y Schwartz, la FED fue consistentemente expansiva los primeros meses luego del crac del 1929: 
Más aún, como describen Friedman y Schwartz, a fines de 1929 y principios de 1930 la Reserva Federal incrementó el stock de dinero de alta potencia agresivamente. Por sus propios registros, la Reserva Federal actuó apropiadamente, o al menos dentro de los parámetros normales, para un banco central en su época.

Aun asumiendo que la política monetaria hubiese sido del tamaño de la expansión de 1932 pero practicada en 1930 (evitando así, el lema monetarista de que los mil millones de bonos del Tesoro comprados en solo cinco meses de 1932 fueron "demasiado poco y demasiado tarde"), ello no hubiera evitado la depresión. ¿Por qué? Porque, para salir de la depresión, los precios relativos, costos y tasas de interés debían ajustarse. Unos debían bajar mientras otros subían relativamente. Un incremento de la cantidad de dinero interrumpe ese proceso poniendo presión (artificial) al alza de muchos precios que deben bajar y aumentando artificialmente otros que habrían subido relativamente menos. Seymour Harris en 1933, antes de convertirse en uno de los mayores economistas keynesianos, tenía muy claro esto y lo expresó sucintamente (citado por Rothbard, 1963: 305-06). Sobre las enormes compras de bonos del Tesoro americano desde 1930 a 1932 dijo: "[H]an retrasado el proceso de liquidación y reducción de costos y, por lo tanto, han acentuado la depresión."

Tanto el gobierno como la FED, se esforzaron en evitar el reajuste en 1929-1933 y, gracias a ello, ocurrió el mayor cataclismo económico del siglo XX en Estados Unidos. Esa es la verdadera lección a aprender.




Board of Governors of the Federal Reserve System (U.S.) (1943) Banking and Monetary Statistics, 1914-1941. Washington, D.C.

Friedman, Milton y Schwartz, Anna J. (1963) A Monetary History of the United States, 1867-1960. Princeton, NJ: Princeton University Press. 1993.

Meltzer, Allan H. (2003) A History of the Federal Reserve, Volume 1: 1913-1951. Chicago: The University of Chicago Press.

Romer, Christina D. y Romer, David H. (2012) "Friedman and Schwartz’s Monetary Explanation of the Great Depression: Old Challenges and New Evidence". Preliminary Draft.

Rothbard, Murray N. (1963) America's Great Depression. Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute. 2000.

Salerno, Joseph T. (1999) "Money and Gold in the 1920s and 1930s: An Austrian View. The Federal Reserve's Monetary Policy Was Consistently Inflationist". Foundation for Economic Education: The Freeman. En Salerno, Joseph T. (2010) Money, Sound and Unsound. Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute. 421-39.

Wheelock, David C. (1991) The Strategy and Consistency of Federal Reserve Monetary Policy, 1924–1933. Cambridge, U.K.: Cambridge University Press.

viernes, 8 de mayo de 2015

La FED en 1929-1933: Ni pasiva ni contractiva


Una de las explicaciones más extendidas sobre las causas de la Gran Depresión es, por lejos, la monetarista expuesta en el trabajo clásico de Friedman y Schwartz (1963). La cual establece, básicamente, que la Gran Depresión en Estados Unidos se debió a que la Reserva Federal deliberadamente no actuó lo suficiente para evitar la contracción monetaria. Es decir, la política de la FED en los 30s fue "en gran medida, pasiva" y "mató de hambre monetariamente" al país debido a las ideas "liquidacionistas" y a la lucha de poder interna de los sucesores de Benjamin Strong. Como vamos a ver a continuación, los economistas austriacos, por el contrario, dicen que la FED fue consistentemente inflacionaria durante el periodo 1929-1933 (Anderson, 1949; Rothbard, 1963, 2002; Salerno, 1999; Herbener, 2014).

La contracción (deflación) monetaria

Comencemos con los hechos: nadie niega, ni siquiera los economistas austriacos, que hubo una contracción monetaria en el periodo 1930-1933. De hecho, podemos ver la oferta monetaria austriaca (de Rothbard) de la época, con diciembre de 1929 igual a 100, y observaremos el colapso. Solo en este hecho evidente, Rothbard coincide con los monetaristas. En lo que no están de acuerdo, sin embargo, es en las causas del colapso.

Oferta monetaria de Rothbard 1929-1933,
diciembre de 1929 = 100
Desde diciembre de 1929 hasta diciembre de 1933, la oferta monetaria austriaca cayó 16 %. Una vez más, lo que diferencia la explicación austriaca de la monetarista es el por qué se contrajo y si fue esa contracción per se lo que causó el declive económico.

Lo que la FED puede y no puede controlar

Una de las formas de generar una expansión monetaria y crediticia por parte del sistema bancario, es el aumento de sus reservas totales (la otra es cambiar los requerimientos de reserva de los bancos). De hecho, lo que produjo el auge artificial durante los años 20s fue precisamente una expansión crediticia impulsada, principalmente (en un 81,5 %), por el aumento en las reservas totales de los bancos (Rothbard, 1963: 101-02). Por el contrario, una disminución de las reservas totales puede provocar una contracción crediticia. Ahora que ya sabemos que una forma de generar inflación (deflación) monetaria es aumentar (disminuir) las reservas totales de los bancos, debemos preguntar: ¿Qué factores provocan que aumenten o disminuyan esas reservas? Y, además, ¿Cuáles de esos factores controla la FED o el Tesoro americano y cuáles no? En resumidas cuentas, los factores controlados son los que domina el gobierno (sea la FED o el Tesoro americano) y los no controlados son los gobernados por el público o los bancos. Empecemos con lo que controla

Letras descontadas por la Reserva Federal: estas letras no son compradas a los bancos, sino que son préstamos a ellos. Al ser un préstamo, deben pagarlas en una fecha posterior. Pero en el intervalo en que están sin vencer, proveen fondos que aumentan las reservas de los bancos como lo hace cualquier otro tipo de activo. Acá hay que hacer una aclaración muy importante: solo cuando el monto neto de letras descontadas de un periodo a otro da un resultado positivo (es decir, aumenta), entonces esa expansión se toma como un factor controlado por la FED. Por otro lado, cuando la diferencia neta entre distintos periodos de los montos de letras descontadas da negativo y, por ende, disminuye las reservas totales de los bancos; ello se toma como un factor no controlado por las autoridades (FED o Tesoro). Debido a que el repago neto de Letras descontadas depende únicamente de la decisión de los bancos. Tanto la velocidad como el monto del repago de ellas (disminución de la deuda con la FED) son voluntad de los bancos (Rothbard, 1963: 104-05; Salerno, 1999).

Letras compradas: siempre que el Banco Central compra un activo a un banco miembro, a cambio le otorga un incremento de reservas por el monto del mismo. Las reservas de los bancos aumentan en la misma medida en que aumentan los activos de la FED y son un factor controlado por la misma. 

Bonos del Tesoro: son una de las partes más importantes de las operaciones de mercado abierto. Y, de igual modo, son un factor de incremento de reservas controlado por la FED. La Reserva Federal compra bonos del Tesoro a los bancos y, a cambio, les aumenta sus reservas. Por el contrario, las ventas de bonos del Tesoro por parte de la FED hacia los bancos, disminuyen las reservas de estos últimos (Rothbard, 1963: 103-04). 

Otros: el no muy importante factor Otros (cheques en bancos comerciales que permanecen temporalmente sin ser reclamados por la FED. Es decir, son un préstamo sin interés a los mismos), también es uno que aumenta las reservas y es controlado por la Reserva Federal (Rothbard, 1963: 105-06).

La categoría que se llama Crédito de la Reserva Federal son los activos que la FED compra a los bancos a cambio de reservas. Se conforma de la suma de lo anterior: letras descontadas + letras compradas + bonos del Tesoro + otros (Board of Governors, 1943: 325).

Dinero del Tesoro pendiente de pago: cuando este aumenta, se deposita en la Reserva Federal en la cuenta del Tesoro. A medida que se gasta a través del gasto público, ese dinero fluye hacia las reservas de los bancos comerciales. Por lo tanto, cuando aumenta, es un factor que incrementa las reservas y es controlado por el Tesoro (Rothbard, 1963: 106).

Tenencias de efectivo del Tesoro: el Tesoro retiene ese dinero sin gastarlo. Una disminución de las mismas implica que se gasta en la economía y tiende a ir hacia los bancos, aumentando sus reservas. Por lo tanto, cualquier aumento de las tenencias de efectivo del Tesoro, es un factor de disminución de reservas y es controlado por el mismo. 

Exactamente lo mismo ocurre con los Depósitos del Tesoro en los bancos de la Reserva Federal. Son un factor de decremento de reservas bancarias controlado por el Tesoro (Rothbard, 1963: 106).

El no muy relevante factor Otras cuentas de la Reserva Federal es lo que Rothbard (1963: 106-07) llama "Fondos de capital no gastados". Fondos de capital de la Reserva Federal que todavía no se gastan en activos. Si no se gastan, esos fondos se detraen de las reservas de los bancos. Por lo tanto, al aumentar, son un factor controlado por la FED que disminuye las reservas de los bancos.

Pasemos ahora a lo que no controla el gobierno: los Depósitos de bancos no miembros son un factor no controlado por el gobierno. Además, cuando aumentan, implica que disminuyen las reservas de los bancos miembros de la FED. Es decir que, cuando ocurre un incremento en los depósitos de bancos no miembros, ello es un factor de decrecimiento de las reservas de los bancos (miembros) y, además, no es controlado por la FED ni el Tesoro (Rothbard, 1963: 106). 

Valor monetario del stock de oro: es el único factor no controlado ni por la FED ni por el Tesoro que aumenta las reservas de bancos miembros. Cuando una persona deposita oro en un banco comercial, este lo debe depositar, a su vez, en la Reserva Federal. Y esta última le otorga al banco reservas por exactamente el valor de ese oro. Por otro lado, una baja del stock de oro provoca una reducción de las reservas de los bancos. La gran mayoría del ingreso/egreso de oro es por inversores extranjeros y transacciones externas, aunque una parte relativamente pequeña proviene internamente de ciudadanos americanos. Los depósitos o retiros de oro son decididos por el público (aunque, a largo plazo, las políticas de la FED pueden influir su movimiento), por ello no son controlados por las autoridades. En los años previos y en los de la Gran Depresión, este es un factor importante (Rothbard, 1963: 103).

Finalmente, el aumento del Dinero en circulación fuera de los bancos es el principal factor de decrecimiento de reservas y es, además, no controlado ni por la FED ni el Tesoro. Siendo completamente decidido por el público y sus escalas valorativas respecto del efectivo en sus manos contra sus depósitos. Cualquier aumento en el dinero en circulación, implica una disminución en la misma medida de reservas bancarias (Rothbard, 1963: 106).

La FED en 1929-1933

El siguiente cuadro (click para agrandar), que es una copia del de Rothbard (1963: 109) pero para fechas distintas, resume la variación en volumen monetario de los factores para diferentes periodos del intervalo 1929-1933:

Factores controlados y no controlados por la FED que modifican 
las reservas bancarias en diferentes periodos de 1929-1933. 
En millones de dólares
Los datos para el periodo 1914-1941 se encuentran en el Board of Governors (1943: 368-94) en forma anual, mensual (promedio diario), mensual al último día del mes e incluso de forma semanal (al día miércoles). Recuerden que las tenencias de efectivo del Tesoro, sus depósitos en la FED, las otras cuentas de la FED, el dinero en circulación y depósitos de los bancos no miembros son factores que, al aumentar, disminuyen reservas bancarias. Por lo tanto, en el cuadro de arriba sus valores, luego de ser restados, se ponen con el signo opuesto. Por ejemplo, si al restar un valor del año 1930 al del año 1929 da un resultado negativo, se pone el mismo resultado pero positivo. Otro aspecto importante a recordar, es que las letras descontadas se consideran como factor controlado solo si la resta de un periodo a otro da un valor positivo. Cuando sea negativo, su valor entra como factor no controlado. Además, aclaro que por "deliberadamente expansiva" se entiende que la FED, de un periodo a otro, aumenta lo que puede controlar de reservas de los bancos (miembros).

Empecemos por la primera columna (1) con el miércoles 23 de octubre del año 1929 (Board of Governors, 1943: 384). Justo el día antes del "jueves negro". Solo en la semana en que se produjo el crash de la bolsa, jueves 24 y martes 28 de octubre, la FED inyectó enormes cantidades de reservas (Rothbard, 2002: 425). Los bonos del Tesoro se más que duplicaron, pasando desde 136 millones el 23 de octubre a 293 millones el día 30. Este fue el factor controlado por la FED que, por lejos, más aumentó. También lo hicieron las letras descontadas en 195 millones, un 24 % de incremento. Por lo que es otro factor bajo control de la Reserva Federal que se incrementó. En total, los factores controlados por la FED aumentaron 310 millones las reservas de los bancos solo en esa semana para prevenir la liquidación del mercado de valores y para permitir al Banco de Nueva York adquirir préstamos de brokers liquidados por bancos no miembros (Rothbard, 2002: 425). En otras palabras, desde el principio, la FED actuó deliberada y enormemente para prevenir la liquidación de las malas inversiones. El aumento de los factores controlados superó, con creces, la disminución de los no controlados de solo 36 millones. De hecho, George Harrison (que no es el guitarrista de los Beatles), el sucesor en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York de Benjamin Strong, dijo en los días posteriores a la caída de la bolsa: "Caballeros, estoy listo para otorgarles todos los fondos de reserva que puedan necesitar para permitir que los bancos de Nueva York adquieran todos los activos de los bancos fuera de la ciudad…" La columna (2) lo demuestra: entre el 23 de Octubre y el 31 de Diciembre de 1929, las compras de bonos del Tesoro se casi cuadriplicaron pasando de 136 a 511 millones, un aumento de 375 millones. Ese intento expansivo por parte de la FED fue contrarrestado principalmente por los bancos cancelando letras descontadas, los inversores retirando oro y el público demandando dinero en efectivo. Lo controlado por la FED claramente aumentó 359 millones. Por lo tanto, no hay signos de una política deliberada de deflación hasta ahora.


A lo largo de 1930 (desde el último día de diciembre de 1929 hasta el mismo de 1930), como se observa en la columna (3), la FED aumentó las reservas que controlaba en 209 millones contra una reducción no controlada de 95 millones. En resultado neto, logró incrementar las reservas de los bancos en 114 millones. Aun así, las mayores reservas no estimularon un crecimiento de la oferta monetaria. La cual se contrae un poco a fines de 1930 porque los bancos estaban recuperando liquidez (Herbener, 2014) y por las no demasiado importantes quiebras bancarias de fines de ese año (Rothbard, 2002: 426).


1931 debe ser dividido en dos partes porque en los tres últimos meses la caída de reservas es enorme. Desde el último día de 1930 hasta el fin de septiembre de 1931, columna (4), las reservas controladas por el gobierno aumentaron 195 millones. Ese intento de incremento es destruido por una caída de lo no controlado de 300 millones, con lo cual las reservas netas cayeron 105 millones. La FED fue derrotada, principalmente, por el público que aumentó sus tenencias de efectivo en 356 millones. Pero esto era solo el precalentamiento. El 20 de septiembre de 1931, Gran Bretaña abandona el Patrón Oro luego de violar prolongadamente todas las reglas del mismo (Anderson, 1949: 248). Otros países europeos también lo hicieron antes (Austria y Alemania) y después de los británicos. Los colapsos europeos y los abandonos del oro afectaban la economía norteamericana porque: a) hacían dudar de la firmeza con la cual Estados Unidos se adhería al Patrón Oro y b) las quiebras bancarias europeas provocaban un "contagio" interno pues muchos bancos americanos tenían activos europeos (Rothbard, 1963: 258). Como consecuencia, el oro comienza a ser retirado del sistema norteamericano principalmente por parte del público extranjero (Anderson, 1949: 257-59). Solo en los últimos tres meses del año, desde el último día de septiembre al último de diciembre, las reservas netas de los bancos caen 404 millones como muestra la columna (5). Ello a pesar de los esfuerzos de la FED de inflar el crédito aumentando lo que controla en 268 millones (letras descontadas, principalmente). El público demandando dinero en circulación se cargó el intento inflacionario de la Reserva Federal de 1930-1931, como se ve en la columna (6).


En febrero de 1932 se pasa la primer ley Glass-Steagall (previa a la de 1933 que conoce todo el mundo) que ampliaba las capacidades expansionistas de la FED para combatir la deflación (Rothbard, 1963: 301-02). La Reserva Federal se lanzó a un gigantesco programa de compras de bonos del Tesoro. La columna (7) lo muestra. Solo en los cinco meses entre el fin de febrero y el de julio de 1932, la Reserva Federal compró el bestial volumen de 1.101 millones. Las reservas controladas aumentaron 990 millones, pero la mayor parte de ese esfuerzo fue absorbido por factores fuera del control del gobierno como el desendeudamiento bancario con la FED (290 millones de letras descontadas), la disminución del stock de oro (380 millones) y el público demandando efectivo (122 millones). La Reserva Federal estaba siendo furiosamente expansiva. En la columna (8) se muestra el resto del año 1932 y en la (9) se registra todo el periodo. El mayor incremento en las reservas de los bancos vino en la segunda mitad de 1932, pero no fue debido a la FED (que ya había dejado de comprar bonos). Sino a que, debido a que el Banco C
entral dejó de inflar, los inversores recuperaron algo de confianza y retornaron el oro junto con algo de efectivo (incluso violando el patrón estacional) a los bancos (Rothbard, 1963: 305). Hacia la segunda mitad de 1932, la gente dejó de combatir la política inflacionaria. En total, hubo un monumental incremento de reservas de los bancos miembros de 660 millones, sin precedentes en la historia de la FED (Rothbard, 1963: 302). ¿Por qué, entonces, se contrajo la oferta monetaria en 1932 cuando las reservas de los bancos aumentaron como nunca? Debido al fenómeno de las "reservas excedentes". En tiempos de crisis o recesión, los bancos pueden ser renuentes a prestar e invertir para 1) evitar perder la confianza de sus clientes y 2) evitar los riesgos de invertir en proyectos con riesgo de impago (Rothbard, 1963: 302-04).

Reservas excedentes de los bancos
miembros, octubre de 1929 = 100
En el gráfico, que muestra el promedio diario de cada mes, se puede ver la inédita acumulación de reservas excedentes por parte de los bancos a partir de febrero de 1932. Hasta ese momento, siempre permanecieron, en general, bajas (Board of Governors, 1943: 371).

Observen que es precisamente cuando el gobierno detiene, en gran medida, sus desmesurados intentos de inflación a mitad de 1932; que la confianza (reflejada en la reversión de las salidas de oro así como del efectivo) mínimamente retorna. Por lo tanto, la hipótesis de que "si la FED hubiera actuado con suficiente contundencia habría podido mantener el crecimiento monetario", es enormemente dudosa. De hecho, una esperanzadora recuperación comenzaba a surgir a mitad de 1932. El público, los inversores externos y los bancos combatieron gran parte de los intentos para realizar inflación por parte del gobierno.

Justo cuando parecía que se estaba empezando a salir de la depresión luego de julio de 1932, ocurrió el colapso monetario final. El pánico bancario definitivo estaba a las puertas del nuevo año 1933. Franklin D. Roosevelt, luego de aplastar a Hoover en las elecciones, iba a asumir el 4 de marzo. Fuertes rumores sobre que los asesores y el propio Roosevelt tenían ideas radicales estatistas y de salirse del Patrón Oro, se esparcieron. La columna (10) muestra la variación desde el último día de enero y el mismo de febrero. En ese mes de 1933 el gobierno llevó a cabo una titánica campaña inflacionaria. Todo lo que controlaba tanto la FED como el Tesoro aumentó. Únicamente en febrero, las reservas bajo control de las autoridades se incrementaron en 785 millones. Aun con ese monstruoso esfuerzo expansivo, el gobierno fue abrumadoramente derrotado por un incremento del dinero en circulación descomunal. Los inversores externos detrayendo oro y los bancos no miembros de la FED aumentando sus depósitos también contribuyeron al declive de reservas. En total, los factores no controlados disminuyeron las reservas en 1.089 millones solo en el mes de febrero. Incluso hasta ese momento de mayor "emergencia", la FED fue enormemente inflacionaria. 


En conclusión: La contracción monetaria de 1930-33 no fue causada deliberadamente por la Reserva Federal. Todo lo contrario, la FED hizo todo cuanto pudo para reinflar el crédito, incluyendo medidas inéditas. El Banco Central americano actuó de manera consistentemente expansiva, al menos, desde el crash de la bolsa de 1929. Las causas del colapso de la oferta monetaria no hay que buscarlas en la "insuficiente acción" de la FED. La Reserva Federal fue derrotada por los inversores externos, el público y los bancos. La contracción de la oferta monetaria se debió a: 1) la pérdida de confianza del público (aumentando el efectivo en circulación) y los inversores (sacando el oro) en el falso "Patrón Oro" que la FED manejaba. 2) los bancos prudentemente trataron de salvarse ellos mismos y sus depositantes evitando prestar sus fondos a negocios ruinosos y bajando su endeudamiento con la FED (reduciendo las reservas no controladas). 3) la acumulación de "reservas excedentes" en los bancos se constituyó en un factor adicional no controlado que reforzó la deflación monetaria (Salerno, 1999; Rothbard, 1963: 304). Por último, debe quedar claro que la contracción monetaria por sí misma no causó el cataclismo de 1930-33. Sino las políticas estatales (monetarias de la FED y sindicales del gobierno de Hoover) que mantenían los precios por encima de lo que hubieran sido sin esa intervención.


La Reserva Federal, a pesar de ser un órgano estatal privilegiado, un monopolio legal y un completo regulador de la actividad económica; no es omnipotente. Puede ser, y ha sido, derrotada.






Anderson, Benjamin M. (1949) Economics and the Public Welfare. Financial and Economic History of the United States. New Jersey: Van Nostrand.

Board of Governors of the Federal Reserve System (U.S.) (1943) Banking and Monetary Statistics, 1914-1941. Washington, D.C.

Friedman, Milton y Schwartz, Anna J. (1963) A Monetary History of the United States, 1867-1960. Princeton, NJ: Princeton University Press. 1993.

Herbener, Jeffrey M. (2014) "Fed Policy Errors of the Great Depression".‖En Salerno, Joseph T. y Howden, David Eds. (2014) The Fed at One Hundred: A Critical View on the Federal Reserve System. New York: Springer. 43-54.

Rothbard, Murray N. (1963) America's Great Depression. Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute. 2000.

Rothbard, Murray N. [Salerno, Joseph T. Ed.] (2002) A History of Money and Banking in the United States: The Colonial Era to World War II. Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute.

Salerno, Joseph T. (1999) "Money and Gold in the 1920s and 1930s: An Austrian View. The Federal Reserve's Monetary Policy Was Consistently Inflationist". Foundation for Economic Education: The Freeman. En Salerno, Joseph T. (2010) Money, Sound and Unsound. Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute. 421-39.