viernes, 25 de abril de 2014

6 Razones por las cuales debería volver la Unión Soviética


Como es viernes, nos relajemos un poco. He aquí mis 6 razones por las cuales habría que revivir el Imperio Soviético:

1) Porque los americanos se inspirarían para componer más marchas gloriosas como esta para sus videojuegos:


2) Porque habría más canciones interpretadas así:


3) Por esta chica:


4) Por sus soldados... :


5) Porque los niños tendrían más "Xuxas" así:
 

6) Solo dos palabras: Amanda Braun

lunes, 21 de abril de 2014

Fue la Crisis de 2001-2002 la "Peor de la Historia"?


No. En términos de las cifras de PBI con las que contamos.

¿Cuantas veces oímos que la crisis de 2001 fue la peor de la historia argentina? ¿O que fue una crisis nunca vista en la historia?

En general, a los socialistas (de izquierda y de derecha) les gusta mentir exagerar sobre lo mala que era la situación inicial que encontraron cuando llegaron al gobierno para ensalzar su actual gestión e inflar el impacto de sus políticas. Por ejemplo Allende lo hizo en Chile diciendo que estaban en una "depresión aguda" antes de él y actualmente los fanáticos propagandistas del gobierno kirchnerista llegan a decir que "[L]a crisis de 2001... se constituyó en la peor crisis económica y social de la historia argentina en términos de caída del Producto...".

Según Heymann; Centrángolo y Ramos (2007) eso es mentira:

Heymann et al. (2007)
Como se ve, en términos de PBI por habitante, la crisis de 2002 se ve superada por muy poco por la crisis de 1889-91, aunque el Siglo XIX se recuperó mucho más. También fue superada por el cataclismo de la Primera Guerra Mundial. La caída de 1998-2002 fue muy similar a la de la Gran Depresión (recuerden que la misma no fue solo americana, también fue un ciclo económico internacional), pero con una subida mucho más rápida.

Pero ¿Qué ocurrió con el PBI real? Veamos la serie de PBI real más larga de que disponemos, la de Ferreres (2010) que va desde 1810 hasta 2009:

Ferreres (2010)
El PBI real tuvo su mayor caída anual en 1897, una baja del 18,88 %. Bastante alejado del casi 11 % de caída en un solo año de 2002. Sin embargo, dado que no existían las cuentas nacionales en el Siglo XIX y solo tenemos estimaciones, deberíamos ver a otro autor para comparar si también observa una caída similar en el mismo año. A continuación tenemos la misma serie, en otro gráfico, que esta vez incluye la de Cortés Conde (2009: 308-09):

Ferreres (2010) y Cortés Conde (2009)
Con la serie más corta de Cortés Conde (2009) la situación cambia y observamos que 1) La tremenda caída de 1897 no fue tan grande y 2) La peor disminución del PBI real ahora es la que ocurrió en 1917: Una baja de 13,72 %. Cifra que sigue siendo mayor al 10,89 % [Error en el gráfico] de 2002. Es evidente que en términos de PBI real, de las investigaciones históricas más importantes, el 2002 no fue la caída anual más importante de la historia

Ferreres (2010)
¿Qué hay de la caída en la industria? La peor ocurrió en 1880 con un -15,07 % mucho mayor al -10,96 % de 2002. Además se notan varias caídas en otros años que también superan a la crisis de principios de 2000.

Ferreres (2010)
El salario real se desplomó un 19,01 % en 2002 producto de la devaluación y el salto inflacionario. Sin embargo, a pesar que 19 % es una caída muy considerable, la misma palidece ante la mayor caída de toda la serie. En 1976 el salario real colapsó un impresionante 34,50 %, aun cuando ya venía cayendo un 3,91 % en 1975. Mucho menor, pero mayor que la de 2002, fue la baja de 1959, un considerable 25,58 %.

Ferreres (2010)
Dado que no hay disponibles series fiables de desempleo del Siglo XIX, y ni siquiera de los primeros años del Siglo XX, no tenemos mucha "historia" con qué comparar, solo tenemos datos buenos a partir de 1963. No debería extrañar entonces que en esta categoría la crisis de 2002 sí gane con creces. Hay una estimación, por ejemplo, de Bunge para el periodo de la Primera Guerra Mundial que dice que el desempleo llegó a 19,4 % (Cortés Conde, 2009: 56). Aun así no supera el tremendo 22,64 % de 2002.

Ferreres (2010)
En cuanto a la oferta monetaria, por fin podemos decir que la crisis de 2001 fue la peor de la historia. Desde 1863 la mayor contracción monetaria en un año ocurrió en 2001: El M3 se redujo un 22,34 % con respecto al año 2000. Lo único que se acerca a eso es la contracción monetaria de 1900 con una baja de 17,92 %. Esto no debería extrañar pues el caso argentino de 2001 es un ejemplo de manual de la llamada Deflación Confiscatoria (Salerno, 2003) por parte del Estado. El corralito es un buen ejemplo.

Ferreres (2010)
Muchos también se fijan en la deflación de precios que comenzó en 1999 con una caída del IPC del 1,13 %, se aplacó en 2000 cayendo 0,15 % y se profundizó en 2001 con 1,07%. Por supuesto eso se queda chico en comparación con las grandes deflaciones anteriores, en especial la de 1841 cuando los precios cayeron el máximo registrado: 40 % en un año. O con el periodo 1848-52 donde cayeron: 6,51 % en 1848, 10,89 % en 1849, 1,93 % en 1850, 4,32 % en 1851 y un tremendo 21,68 % en 1852. Al lado de eso, la deflación de precios de 1999-2001 fue ínfima.

Como ya debería quedar claro, no estoy diciendo que en 2001-2002 no hubo crisis, ni tampoco estoy diciendo que fue una crisis pequeña o irrelevante. Porque claramente no lo fue. Lo que sí estoy diciendo es que, en términos de las variables vistas, no fue la caída más profunda de la historia argentina.

Lo de que venimos de la "peor crisis de nuestra historia" es otra mentira del realto kirchnerista. ¿Todavía soñas con ir a La Cámpora?





Cortés Conde, Roberto. (2009) The Political Economy of Argentina in the Twentieth Century. New York: Cambridge University Press.

Ferreres, Orlando J. (2010) Dos Siglos de Economía Argentina 1810-2010. Edición Bicentenario. El Ateneo y Fundación Norte y Sur, Buenos Aires.

Heymann, Daniel; Cetrángolo, Oscar y Ramos, Adrián (2007), "Macroeconomía en recuperación: la Argentina post-crisis". En CEPAL (2007), Crisis, recuperación y nuevos dilemas. La economía argentina 2002-2007. Documentos de Proyectos. Nº 20.

Salerno, Joseph T. (2003) "An Austrian Taxonomy of Deflation—With Applications to the U. S." Journal: Quarterly Journal of Austrian Economics. Vol. 6, No. 4, 81-109.

viernes, 18 de abril de 2014

Böhm-Bawerk and Rothbard on Actual Market Pricing


As I have already shown here and here, the fact that firms set the price does not mean that they determine the prices. Under two-sided competition conditions (which is the most common case in our real world), prices are determined by subjective valuations of marginal pairs. When we see firms setting the price, they are just trying to anticipate what that price will be. That's exactly what great austrians demonstrated as we shall see.

Here is Böhm-Bawerk (1891: 204-205) on a footnote:
"The more experienced both parties are, and the more familiar with the condition of the market, the shorter will be the time spent in "trying the market" by preliminary offers. In an old and well-organised market competitors will save themselves the trouble of making offers that are not meant to be taken, and will make their first offers at least somewhere near that zone within which the market price will finally be fixed. The extreme limit of this curtailment is given in the "fixed prices" of sellers. In this case, trying the market is entirely dispensed with, and sellers undertake at one throw, as it were, to hit the very zone into which the condition of the market will force the price. They must try to hit this zone quite exactly; for if they put the price lower they lose their profit, while if they put it higher the buyers in the market get supplied by other competitors, and the sellers are left with their commodities. Fixed prices, however, are less common in the open market than in shops, where selling is never conducted under the full pressure of competition, and where, consequently, any mistake in the price asked is not so hazardous."
And Rothbard (1962: 118-19):
"Aside from the universal fact of the scarcity of all goods, a price that is below the equilibrium price creates an additional shortage of supply for demanders, while a price above equilibrium creates a surplus of goods for sale as compared to demands for purchase. We see that the market process always tends to eliminate such shortages and surpluses and establish a price where demanders can find a supply, and suppliers a demand.

It is important to realize that this process of overbidding of buyers and underbidding of sellers always takes place in the market, even if the surface aspects of the specific case make it appear that only the sellers (or buyers) are setting the price. Thus, a good might be sold in retail shops, with prices simply "quoted" by the individual seller. But the same process of bidding goes on in such a market as in any other. If the sellers set their prices below the equilibrium price, buyers will rush to make their purchases, and the sellers will find that shortages develop, accompanied by queues of buyers eager to purchase goods that are unavailable. Realizing that they could obtain higher prices for their goods, the sellers raise their quoted prices accordingly. On the other hand, if they set their prices above the equilibrium price, surpluses of unsold stocks will appear, and they will have to lower their prices in order to "move" their accumulation of unwanted stocks and to clear the market.

The case where buyers quote prices and therefore appear to set them is similar. If the buyers quote prices below the equilibrium price, they will find that they cannot satisfy all their demands at that price. As a result, they will have to raise their quoted prices. On the other hand, if the buyers set the prices too high, they will find a stampede of sellers with unsalable stocks and will take advantage of the opportunity to lower the price and clear the market. Thus, regardless of the form of the market, the result of the market process is always to tend toward the establishment of the equilibrium price via the mutual bidding of buyers and sellers. It is evident that, if we eliminate the assumption that no preliminary sales were made before the equilibrium price was established, this does not change the results of the analysis."
And Mises also knew it in 1912. As we see, the austrian causal-realist subjective marginalist theory of price determination is far superior to mainstream neo-classical economics (see for example here, here, here and here) and to the superficiality and empirical inexactness of the so called "heterodox" economics.

martes, 15 de abril de 2014

Mi Celular No Es Comunista

Ver acá

En una discusión en Facebook, alguien linkeó este post de un blog marxista-leninista. En él se "demuestra" que el celular en realidad es un invento soviético, contra lo que suele creerse. El objetivo principal del mismo es contrarrestar acusaciones de este tipo.

Ahora veremos que: 1) Es falso que "el invento [celular]… fue creado por el comunista Leonid Ivanovich Kupriyanovich y que se creó en la URSS y no en los EE.UU..." y 2) Es falso que eso "refute" la acusación expresada en la frase: "¡Dice que es comunista pero usa un Iphone!".

Todo su "argumento" descansa en que el inventor soviético, Leonid Ivanovich Kupriyanovich, creó un primitivo celular patentado en 1957 (aunque en 1955 publicó un "walkie-talkie" en una revista). Este hecho lo compara contra la "leyenda" de que el primer celular fue "inventado en Estados Unidos" y presentado en 1973.

La verdad es que la primera llamada por teléfono móvil se la debemos a la empresa norteamericana AT&T en 1946. El servicio de telefonía móvil para fines no-militares nació entonces en St. Louis, eran grandes aparatos montados en los autos. Y la comunicación por red celular (torres de radio ubicadas de manera y patrón hexagonal) que usamos hasta hoy, fue concebida en 1947 por D. H. Ring en los laboratorios Bell (fundados por AT&T). Acá está el paper de 1947 que lo demuestra. Aun antes de eso, en 1900, el canadiense Reginald Fessenden que trabajaba en Rock Point, Maryland a 80 kilómetros de Washington, DC (Estados Unidos), realizó la primera llamada sin cables (por ondas de radio) de la historia. Un poco después en 1921 la policía de Detroit tenía comunicación móvil por radio en sus patrullas, con mucha interferencia y muy ineficiente, pero tenían. Los soviéticos no podían estar avanzando en esta área aun dado que en esos años morían de hambre mientras su país colapsaba gracias al socialismo "puro" de 1917-1921. Que la policía expirementara no era de extrañar dado que el Estado, con la Radio Act de 1912 sacada por la tragedia del Titanic, expropió la mitad del espectro para él, pidiendo licencias a los que quisieran una parte. El "walkie talkie" fue inventado en 1937 por Donald L. Hings, un canadiense que lo patentó en 1939 trabajando para la empresa que hoy es Teck Cominco. El también canadiense de nacimiento, pero norteamericano (creció en Ohio) Alfred J. Gross lo inventó en 1938 en EE.UU. No fue el primero, un año antes estuvo Hings, pero definitivamente fue previo a cualquier soviético. La no menos norteamericana Motorola, creó el "handie-talkie" en 1940. Como se ve, todas las fechas son previas a 1955 y además son creaciones no-soviéticas. Creo que la idea está clara, si quieren saber más les dejo un par de links: I, II, III, IV, V, VI.

Esto no es todo. El argumento es tan malo que ni siquiera funciona en sus propios términos.

Aun asumiendo que el celular fuera un invento soviético (que no lo es), ni siquiera se refuta lo que se pretende refutar en primer lugar. Los socialistas, especialmente los marxistas-leninistas, suelen quejarse del capitalismo en general y de las grandes empresas o corporaciones "explotadoras" en particular. Que un socialista hable pestes del capitalismo y de las corporaciones desde un celular comprado voluntariamente (nadie lo obligó a hacer la compra) a una empresa/corporación que lo produjo o comercializó (aun cuando la misma no lo haya inventado), es tan ridículamente contradictorio que es digno de las burlas y los memes que se ven en internet. A menos que el celular sea completamente producido en todas sus etapas por cooperativas de trabajadores no subsidiadas por el Estado (las cuales asumo no "explotan" a los trabajadores como las empresas), la contradicción ridícula del anterior proceder es evidente. El problema no es quien lo inventó, sino el acto absurdo y sin sentido de quejarse del sistema que produjo lo que uno voluntariamente adquirió sin ser en absoluto obligado a ello ni por el sistema ni por nadie*. Que el celular sea un invento soviético no quita para nada el hecho de que el Iphone, del sujeto que se queja de la "explotación" de las empresas, lo produjo la empresa Apple y fue adquirido por voluntad propia.

Es decir, dado que 1) Los socialistas consideran a las empresas/corporaciones como "explotadoras" o a sus dueños capitalistas como "explotadores", 2) Ellos voluntariamente y sin coacción violenta (o amenaza de la misma por parte de nadie) adquieren los productos de esas mismas empresas/corporaciones y 3) Saben que comprando los bienes solo "dan de comer" y permiten la existencia de esas empresas; mandar un mensaje criticándolas por "explotadoras" desde esos bienes es una contradicción ridícula. Quien haya diseñado primigeniamente el producto, que hoy las empresas/corporaciones producen y comercializan, es totalmente irrelevante para el caso. Que el producto tenga nacimiento soviético no refuta, en absoluto, el hecho de que hoy (el día en que el marxista adquirió el bien) es producido por empresas/corporaciones. "Explotación" que difícilmente sea combatida comprando y dando demanda al producto en cuestión. Quien haya hecho el post simplemente utilizó una falacia muy elemental, eludir la cuestión, para "refutar" la acusación. La recriminación es contra la actitud contradictoria de adquirir actualmente de manera voluntaria bienes de una corporación mientras se las critica, y el posteo marxista-leninista trató de "refutar" eso dirigiendo la atención al origen del invento. Tema que en nada combate el hecho de que a) Sea producido por una corporación, b) Comprado a discreción (convalidando la existencia de lo que se critica) por quien las detesta y c) Que eso sea un actitud contradictoria, en términos de principios.

Queda así demostrado lo absurdamente ridículo del post, que no cumple con ninguno de los objetivos principales que le dieron origen. La ignorancia y la irresponsabilidad por traducir algo sin siquiera asegurarse de si lo que se dice es cierto o no, debe quedar clara. Además, dado que me resultó extremadamente fácil googlear el verdadero origen de los celulares, dejo a criterio del lector la elección de si el que publicó el post omitió deliberadamente la verdad para encajar la realidad a su ideología o no.

PD: Que un halagador (acá y acá) de algunos de los más grandes genocidas de la Historia de la Humanidad, como Lenin y Stalin, me pueda llamar "lame-botas de los capitalistas" por esto, me es irrelevante dado el bajísimo nivel moral y ético desde donde provendría el calificativo. De la misma manera que me sería irrelevante un mote similar por parte de algún halagador de Hitler o Franco.




*No voy a meterme en discusiones sociológicas sin sentido de si "la sociedad" o "el sistema" te "obliga" a adquirir ciertos productos. El hecho irrefutable es que nadie te obligó a punta de pistola o amenaza de golpes severos a desembolsar el billete para adquirirlo. Tranquilamente pudiste usar ese dinero para otra cosa, vivir sin el celular y el apoyo implícito y voluntario a la supuesta "explotación" que el comprarlo implica.

viernes, 11 de abril de 2014

La Respuesta Más Demoledora contra el Salario Mínimo


Para los que no lo conocen, Don Boudreaux (foto) es actualmente uno de los más importantes economistas favorables al mercado libre que hay en Estados Unidos, uno de los grandes enemigos intelectuales del super keynesiano Paul Krugman y un firme detractor de la actual moda de elevar el salario mínimo en ese país. Sus credenciales académicas impecables no evitan que destroce a sus oponentes cuando lo cree necesario. Y este es el caso. Lo que sigue es una traducción mía de este post de Boudreaux en el que publica un e-mail que respondió a un tal señor the Aaron sobre el tema del salario mínimo:
Estimado Sr. The Aaron:

Gracias por enviarme el post de Robert Reich detallando su causa a favor de elevar el salario mínimo. Usted lee el argumento de Reich como la "solución de la cuestión" a favor de subir el salario mínimo; yo lo leo simplemente como un torrente de contradicciones internas y un sinsentido económicamente desinformado.

No tengo intenciones de comentar cada uno de los siete puntos. Solo me conformare con mostrar un ejemplo de la inclinación de Reich por el razonamiento económico pobre – un ejemplo tan impresionante que debería desacreditar todo lo que este hombre dice sobre cualquier tema de economía.

Reich escribe que "Un salario mínimo de U$S 15 la hora no resultara en mayores precios debido a que muchos negocios directamente afectados están bajo competencia intensa por obtener consumidores, por lo que esa suba saldrá de sus beneficios en lugar de salir de la suba de sus precios".

Reich tiene razón en que las empresas están en competencia intensa por obtener consumidores. En lo que se equivoca, sin embargo, es en el hecho de que, precisamente por esa competencia intensa, los negocios no tienen ningún exceso de beneficios del cual aprovecharse para pagar los mayores salarios.

Este error expone la incapacidad que tiene Reich de entender incluso los más elementales conceptos económicos. La competencia intensa elimina el exceso de beneficios, sin exceso de beneficios las empresas no pueden, contra lo que dice Reich, simplemente pagar mayores salarios a los trabajadores. Las empresas en cambio deben responder al mayor salario mínimo a través de alguna combinación de contratar menos trabajadores poco calificados, trabajar con los que le queden más duro que antes y reducir su pago extrasalarial y aumentando los precios de sus productos. El hecho de que Reich ignore esta realidad – el hecho de que no entienda que la competencia intensa asegure que las empresas no puedan reaccionar a un aumento de salario mínimo aprovechando sus beneficios – le dice a cualquier persona razonable todo lo que el o ella necesita saber sobre las habilidades analíticas de Reich.

Atentamente,

Donald J. Boudreaux
Profesor de Economía

Y Martha y Nelson Getchell Chair for the Study of Free Market Capitalism at the Mercatus CenterGeorge Mason UniversityFairfax, VA 22030
 OOOUCH!!! Eso debió doler!!!

jueves, 10 de abril de 2014

Allende el Destructor


Dentro de los ejemplos históricos de como destruir un país entero en solo unos pocos años no solo tenemos joyitas como Lenin y Trotsky, hay muchos casos de donde aprender. Uno paradigmático fue el del también socialista Salvador Allende (1970-73) en Chile.

La izquierda, gran fabricante de mitos, lo tiene como una especie de buen revolucionario que, por la vía democrática, quería instaurar en Chile un sistema para que los trabajadores vivan mejor. Su proyecto, sin embargo, fue truncado por (como era de esperar) Estado Unidos con su gobierno híper-conservador y los militares golpistas anti-comunistas que pusieron a Pinochet al mando del país. Por lo tanto Allende fue solo la víctima de malvados grupos de intereses conservadores que le hicieron la vida imposible para evitar sus reformas que ampliaban el poder de los trabajadores en la continua guerra de clases. Aproximadamente así reza el relato de izquierda.

La realidad y los datos, sin embargo, muestran que lejos de ser la víctima, Allende fue el victimario. Y concretó uno de los desastres económicos más grandes del continente en solo 3 años.

Antes de la Tormenta

Durante los 60s en Chile hubo un enorme crecimiento de las actividades políticas y sociales. Se duplicó la cantidad y porcentaje de gente registrada para votar, también se duplicó la cantidad de gente afiliada a los sindicatos (Larrain y Meller, 1991), surgió un movimiento hippie chileno que hasta tuvo su propio "Woodstock", Pablo Neruda era el gran referente de la poesía, el asesinato de J. F. Kennedy, de Luther King, la guerra de Vietnam, revueltas estudiantiles en Europa, etc. Parte de la "Era dorada del keynesianismo" estuvo marcada por el descontento social.

La presidencia de Frei (1964-70) tenía opinión pública mezclada: A pesar que los primeros 3 años se consideraban buenos, los últimos fueron considerados malos dadas las grandes revueltas sociales y la magra performance económica respecto a lo esperado (Larrain y Meller, 1991).
 
Larrain y Meller, 1991
Larrain y Meller, 1991
Como se ve, el desempleo no aumentó astronómicamente y los salarios reales aumentaron a un muy decente 9,7 % anual, aun cuando la inflación iba en subida. A pesar de que el salario real no bajó (sino que al contrario, subió), la mayor participación en los sindicatos por parte de los trabajadores los hizo aprovechar su posición y aumentar brutalmente la cantidad de huelgas. En 1960-64 prácticamente no hubieron huelgas (98 en todo el periodo), mientras que solo en 1970 se hicieron 1.580 a pesar que el salario real se incrementó 8,5 % (Larrain y Meller, 1991).

Te preguntaras ¿Por qué importa la situación previa? Es simple. Para demostrar que Allende no recibió una mala situación económica. Solo una economía desacelerada con un frente externo relativamente bueno. Ya desde el diagnóstico inicial, los socialistas estaban equivocados. Era falso que la economía estuviera en una "depresión aguda" (López, 1971) dadas las cifras mostradas.

De acuerdo a Allende y su partido, la economía chilena presentaba 4 características que había que cambiar: Era 1) monopolística; 2) dependiente (externamente); 3) oligárquica y 4) capitalista. Estaban claramente influidos por el así llamado "estructuralismo", desarrollado durante los 60s principalmente desde la CEPAL. En otras palabras, los socialistas del gobierno de Allende tenían una visión estructuralista de la realidad de su país. De hecho muchas de las cabezas de la administración de Allende eran "CEPAL Boys" (Dornbusch y Edwards, 1989).

El programa macroeconómico siguió los lineamientos del "estructuralismo" (Dornbusch y Edwards, 1989). La economía chilena, según ellos, funcionaba así: a) La inequitativa distribución del ingreso generaba un patrón de consumo y demanda fijo, por lo que el mercado estaba dominado por la gente de ingreso alto. Las empresas satisfacían principalmente esta demanda "oligárquica". Es como decir que por mucho dinero que tengan, los Bill Gates chilenos solo pueden comer 5 filetes al día. Por lo tanto las empresas producirán una menor cantidad (los pocos Gates chilenos no pueden comer más de 5 al día) a mayor precio. En lugar de producir mucho más a menor precio, 2 filetes al día para 100 mil trabajadores por ejemplo. b) La producción estaba dividida en dos: Un sector con tecnología avanzada y otro retrasado. Obviamente el de alta tecnología producía para los ricos y el otro para los pobres. La mayor inversión extranjera solo reforzaba esta estructura dual. Había empresas haciendo bienes de "lujo" con excesivamente altos ratios de capital/trabajo y otras produciendo bienes básicos con uno bajísimo. Al aumentar la demanda de los trabajadores, aumentaría la de las industrias con bajo ratio capital/trabajo, con lo cual el empleo subiría rápidamente. Y con ello la inversión necesaria, si es que se acababa el exceso de capacidad ociosa, para aumentar la producción sería más baja dado que hasta los "estructuralistas" sabían que para mantener la expansión era necesario algo de inversión. c) Como los ricos demandaban relativamente menos cantidad de bienes, las empresas modernas no producían a su máxima capacidad, su escala era baja e ineficiente. La estructura era ineficiente y producía bienes no-esenciales para los ricos. Se creía que había un enorme exceso de capacidad en el sector manufacturero. Por lo tanto, enormes déficits fiscales no serían inflacionarios. La empresas con tanta capacidad ociosa enfrentan costos medios decrecientes por lo que, si hay un control de precios correcto, aumentos de demanda no generaran aumentos de precios. Es más, al estar nacionalizadas y no preocuparse de obtener beneficios, las empresas grandes podrían aumentar la producción enormemente bajando los precios. d) El menor nivel de producción y escala aumentaba la concentración monopolística que aumentaba la inequitativa distribución del ingreso volviéndonos al punto a) y reforzando todo el proceso. En las mentes socialistas-estructuralistas, Chile estaba en un círculo vicioso por el cual la desigual distribución de la riqueza inicial generaba una estructura de mercado oligopólica que reforzaba la desigual distribución (Larrain y Meller, 1991). Se creía que ese exceso de capacidad ociosa se debía a a) La estructura "monopolística" del sector manufacturero (y el patrón de consumo) y b) La estructura de la distribución del ingreso (Dornbusch y Edwards, 1989).

¿Solución al problema? ¡Simplemente nacionalicemos gran parte de la economía! 1) Nacionalicemos recursos naturales principales como cobre, carbón, nitrato, hierro y acero (de paso con esto nos enfrentamos a los imperialistas yankis que siempre es popular). 2) Estaticemos las principales y grandes empresas industriales. 3) Intensifiquemos la reforma agraria. 4) Estaticemos el sistema bancario. 5) Apliquemos control estatal a las principales empresas distribuidoras y proveedoras (Larrain y Meller, 1991).

Larrain y Meller, 1991
Con esto el Estado tiene: a) Control de los medios de producción para orientarlos a fines sociales, por el bienestar de la mayoría (los trabajadores). b) El superávit que esto permite que el Estado obtenga, hace que pueda orientar la producción y desarrollo para la mayoría. c) Como la economía chilena tenía supuestamente i) mucha capacidad ociosa y desempleo, y además ii) gran cantidad de reservas internacionales y stocks en las industrias; el Estado puede llevar a cabo las medidas sin problemas (Larrain y Meller, 1991).

¿Que podría salir mal?...

El "Exito": 1971

La receta era simple: 1) Aumentamos ("reajustamos") salarios nominales mientras al mismo tiempo aplicamos control de precios (precios máximos). Esto empujará los salarios reales y así se provocaría la ansiada redistribución del ingreso cuya desigualdad era la causa de los males. Los mayores salarios reales empujarán la demanda por más bienes básicos llevando a mayores niveles de producción y empleo (¿Se acuerdan cuando vimos las enormes falacias de esto acá y acá?). 2) Aumentamos el gasto público que reforzará la reactivación junto con la suba de salarios. 3) Aumentamos ("pasivamente") la cantidad de dinero y crédito acompañando y dando liquidez, pero jamás entorpeciendo, la reactivación. 4) Mantenemos un tipo de cambio nominal fijo, así evitamos "empuje de costos y precios" en la economía. 5) Como nacionalizamos los recursos naturales que exportamos, podemos aumentar las exportaciones y eso nos dará la moneda extranjera que necesitemos. 6) Como partimos de una situación en la que tenemos muchas reservas internacionales (casi U$S 400 millones, medio año de importaciones), estas nos servirán para ajustar cualquier posible desequilibrio externo. 7) Como la inflación es en realidad estructural, se soluciona fácilmente. Con el control de precios, el tipo de cambio fijo, el control estatal de la producción y la eliminación del marketing y todos esos "costos superfluos". Dados los aumentos de salarios nominales y el control de precios, el beneficio por unidad producida caerá. Pero como hay muchísima capacidad ociosa, los empresarios compensarán esa caída aumentando la cantidad producida y vendida (Larrain y Meller, 1991).

Resultados:
Larrain y Meller, 1991
Larrain y Meller, 1991
Larrain y Meller, 1991
Al inicio, durante el primer año (1971), todo parecía ir bien. La tasa de crecimiento del PBI en 1971 llegó al 8 % desde un 3,6 % en 1970. La minería, la industria, el comercio y los servicios crecieron a tasas enormes. Excepto por la agricultura, todos los sectores parecían estar en auge. La inflación bajó del 36,1 % (1970) al 22,1 % (1971) anual. El desempleo bajó del 5,7 % al 3,8 %. Los salarios reales subieron un asombroso 22,3 % en 1971. La "desigualdad" se redujo. Los salarios como porcentaje del ingreso nacional pasaron de 52,2 % en 1970 al 61,7 % en 1971. El salario mínimo real de los obreros que realizaban las tareas más básicas, conocidos como "cuello azul" (blue-collar) por el color del mameluco que usaban, aumentó mucho más (56 %) que los de los trabajadores de mayor rango "cuello blanco" (white-collar) (23 %) en 1971, tratando de solucionar así la desigualdad entre trabajadores. Los salarios mínimos se aumentaron al año 1971 39 % para los cuello azul y 10 % para los cuello blanco. El gasto público aumento 36 % en términos reales en 1971 creando un programa para construir 76.000 viviendas en ese año, versus las 24.000 de 1970. La cantidad de dinero M1 aumentó 119% en 1971, y recuerden que habían controles de precios mientras se tiraba todo ese dinero a la economía. Los socialistas no lo podían creer.

Sin embargo toda esta "prosperidad" fue artificial, insostenible y ridículamente fugaz. Habiendo subido salarios nominales entre 40 y 50 %, el gasto público nominal más de un 60 % y la oferta monetaria más de 100 %, ¿Cómo era posible que la inflación bajase de 36,1 % al 22,1 %? Simple: Habían controles de precios en el sector privado y congelamiento de tarifas en sector público. El control de precios solo parecía funcionar porque 1) El gobierno tenía control directo e indirecto de varios eslabones en la cadena de consumo y producción, la mayoría de las principales empresas minoristas e importadoras fueron nacionalizadas. Además les daban líneas de crédito si cumplían los acuerdos de precios. Hasta tenían el mecanismo fascista que hoy conocemos en Argentina como "precios cuidados". 2) Como tantas empresas fueron expropiadas anteriormente, los empresarios estaban muy asustados de ser los próximos, por lo cual estaban obligados a seguir los precios del gobierno. El "éxito" del aumento de salarios reales en 1971 se debía precisamente a que los controles de precios parecían funcionar (al inicio) mientras los salarios nominales subían bestialmente.

El Precio del "Exito": Los Desequilibrios 

Todo esto debía necesariamente pagarse alguna manera. Recuerden que el socialismo funciona "hasta que se acaba el dinero", y en este caso se agotó muy pronto.

1) Parte del desequilibrio gigante que permitía el "milagro" socialista de 1971 se encontraba precisamente en el sector público. El déficit del gobierno general paso del 3,51 % del PBI en 1970 al 9,76 % en 1971. Peor aún, el déficit del gobierno consolidado no financiero paso de 6,7 % del PBI en 1970 a un 15,3 % del PBI en 1971. 2) ¿Cómo se financiaba el déficit? Con crédito para el sector público, el cual aumentó 124 % en 1971. ¿Quién daba el crédito? Más del 90 % lo proveía el banco central en forma de dinero de alto poder (impresión de billetes), lo cual explicaba gran parte del aumento de 119 % del M1. 3) Las reservas internacionales se esfumaron. De U$S 394 millones en 1970 pasaron a solo U$S 163 millones en 1971, ¡¡¡Menos de la mitad en solo un año!!! En realidad la caída debió haber sido aun mayor, pero el gobierno suspendió pagos de servicio de deuda externa en 1971 y empezó negociaciones. 4) La balanza comercial paso de un superávit de U$S 95 millones en 1970 a un déficit de U$S 90 millones al año siguiente. Cierto, parte de esto se debió a la caída del precio mundial del cobre. Los controles de capital bestiales impidieron temporariamente que el déficit comercial fuera peor que los U$S 90 millones, además para poder importar previamente había que hacer un depósito de 10.000 %. 5) A pesar que el consumo aumentó 12,4 % en 1971, la inversión bruta se desmoronó 2,3 % así como su participación en el PBI que paso de 23,4 % (1970) a 20,8 % (1971). 6) Lejos de cumplirse el objetivo del gobierno, los incrementos salariales y el control de precios terminaron suprimiendo los beneficios de las empresas. La escasez, característica inherente a todo proceso socialista, comenzó a aparecer a mitad de 1971. El gobierno no le dio importancia pues asumía que era simplemente un efecto transitorio debido a la "saludable" redistribución del ingreso: El rezagado pueblo estaba por fin consumiendo repentinamente, por lo cual era "normal" que faltaran algunas cosas. 

Y todo esto es apenas el comienzo de la destrucción…

¿Conspiración Internacional? ¡NO!

Queda muy claro que todo lo anterior no podía terminar bien. El futuro colapso post-1971 fue la consecuencia inevitable de la expansión "exitosa" previa. La presencia evidente e irrefutable de los desequilibrios monetarios, fiscales, externos, de precios, de estructura productiva, de reservas y stocks, etc. fue totalmente ignorada deliberadamente por el gobierno, el cual aumento su popularidad con el "boom" de 1971 y decidió continuar el rumbo malsano. La pseudo-teoría conspirativa inventada por la izquierda para justificar el caos que sigue, solo debe ser entendida como un escape psicológico de la realidad de su fracasada ideología. Muchos socialistas atribuyen el fracaso absoluto de Allende, no a su torpeza e ignorancia, sino a una conspiración externa de Estados Unidos y el gobierno conservador de Nixon junto a Kissinger.

Dado que 1) Existían grandes desequilibrios insostenibles y 2) El gobierno los ignoró deliberadamente y no cambió su rumbo insostenible por no "traicionar su ideología"; entonces que la economía terminara en un desastre absoluto no fue causado por ningún tipo de causa externa.  Julio Lopez, prominente economista de Unidad Popular, dijo que "La política de recuperación económica está basada en un aumento significativo... en el déficit del gobierno. Hemos ignorado esas recomendaciones ortodoxas que buscan el... equilibrio presupuestario" (Dornbusch y Edwards, 1989).

Lo insostenible terminará reventando siempre, así se tenga a los yankis en contra o a favor. Solo si a) No hubieran existido enormes desequilibrios insostenibles que terminarían en catástrofe y además b) El gobierno hubiera tomado todas las medidas correctas para cambiar el rumbo a tiempo (de haber existido tales desequilibrios); y aun así la economía hubiera entrado misteriosamente y sin razón en un caos; entonces la teoría conspirativa tendría algo de sustento. El desastre chileno fue responsabilidad de Allende, no de una conspiración internacional.

Nixon, no menos ignorante y destructor que Allende, también aplicó controles de precios y salarios en todo Estados Unidos en el mismo periodo 1971-73 (el discurso acá) ¿Resultado? Fracasaron como los del chileno. Sin embargo nadie ha sido tan ridículo como para decir que el fracaso de Nixon se debió a una "conspiración económica del comunismo internacional" contra el pobre Richard. Con Allende, sin embargo, caer en esa justificación infantil parece ser la norma. Los obvios y anticipados efectos devastadores de sus desastrosas medidas se suelen adjudicar a una especie de "guerra económica" desde el exterior. La torpeza y la falta de lógica del argumento conspirativo solo se entiende como la excusa infantil del que decidió renunciar a la evidencia y elegir su ideología.

Los conspiranoicos ni siquiera pueden hacer una entrada decente de Wikipedia que sea mínimamente neutral y verificable...

El Colapso Total: 1972-73

Para 1972 los salarios siguieron creciendo como lo hicieron en 1971: Un aumento nominal superior al indexado al IPC de 1971 (22,1 %). El salario mínimo aumentó 32 %. Los salarios promedio del sector público subieron 48 %. 

Eso sumado a los subsidios a las empresas públicas (4,6 % del PBI en 1972 y 9,5 % en 1973) y a la caída de la recaudación (3 % del PBI en 1972 y otro 3 % en 1973); terminaron por liquidar las cuentas públicas. El déficit fiscal pasó al 24,53 % del PBI en 1972 y a un brutal 30,48 % en 1973. Durante 1972 y 73 los subsidios necesarios para que las empresas privadas medias y grandes tomadas por el gobierno continuaran operando eran una de las principales razones del aumento del gasto público. Los socialistas planeaban beneficiarse con los superávits que creían ellas proveerían, sin embargo la realidad les tiró abajo el sueño una vez más. 9 % del PBI eran los subsidios. La caída del gasto público de 1973 no se debe a que Allende "cambió el rumbo", sino es el resultado de la insostenible política de expansión de la demanda mientras existían importantes cuellos de botella en la oferta con inflación rampante. La caída de la recaudación se debió a a) La baja del precio internacional del cobre en 1971 y a que tenía un tipo de cambio fijo artificialmente sobrevaluado: La caída de los ingresos de las compañías de cobre y de los impuestos que pagaban, fue fatal. b) Pero además la caída recaudatoria se explica por el efecto Olivera-Tanzi: Cuando hay inflación muy alta, los precios (y el gasto corriente del gobierno) suben más y antes de que la recaudación llegue a manos del Estado. Para cuando llega, su valor real es muy inferior a los gastos pasados (Larrain y Meller, 1991). Aumentando así el déficit y la expansión monetaria necesaria para financiarlo, lo que aumenta la inflación que vuelve a reducir el valor real de la recaudación y así sucesivamente. c) Finalmente como una parte cada vez mayor de la economía se volcaba al mercado negro, menos empresas quedaban en blanco pagando impuestos (Dornbusch y Edwards, 1989).

Larrain y Meller, 1991
La mayor parte de ese déficit (el 60 % en 1972 y 73 % en 1973) se financió con emisión de moneda del banco central. La cantidad total de dinero aumentó 173 % en 1972 y 413 % en 1973. Entre 1970 y 1973 la cantidad total de dinero aumentó casi 30 veces. Según la ideología estructuralista, la inflación era el reflejo de la estructura económica (rigideces, cuellos de botella y precios monopólicos), no de presiones monetarias o financieras. Como resultado, los miembros del gobierno deliberadamente prestaron muy poca atención al sector financiero y monetario (Dornbusch y Edwards, 1989).

Larrain y Meller, 1991
El resto de los indicadores tampoco eran muy buenos. La caída del PBI, no tan espectacular dado el desastre y la paralización de la industria, fue 0,1 % en 1972 y un 4,3 % en 1973. El crecimiento anual de la industria colapsó terriblemente entre 1972 y 73. La inflación (medida por IPC) llegó a niveles impensables, 261 % en 1972 y 605 % en 1973 (aunque el índice de precios mayorista llegó al 1.000 % en 1973). El desempleo subió del 3,1 % al 4,8 % en 1972 y 73 respectivamente. Los salarios reales sí que bajaron espectacularmente: 11,3 % en 1972 y un increíble 38,6 % en 1973. La ridiculez de usar reajustes de salarios nominales para incrementar los reales y así mejorar la distribución del ingreso falló completamente (Larrain y Meller, 1991). Recién en 1981 los salarios reales recuperaron el nivel de 1970, antes que Allende llegara al gobierno. Como se ve en los gráficos, el salario real tanto de obreros (cuello azul) como de profesionales (cuello blanco) cayó a mucho menos de lo que ganaban en 1970. El salario mínimo real cayó aun más, a la mitad para los cuello azul (de 100 en 1970 a 50 en 1973) y a mucho menos de la mitad (de 100 en 1970 a 32 en 1973) para los cuello blanco en 1973 (Larrain y Meller, 1991).

Larrain y Meller, 1991
Larrain y Meller, 1991
Larrain y Meller, 1991
Larrain y Meller, 1991
Por supuesto las expropiaciones y la violación de los derechos de propiedad crearon una enorme "incertidumbre del régimen" (regime uncertainty. Ver Higgs, 1997). La inversión privada cayó estrepitosamente, al punto de no poder mantener el capital existente. A medida que la expropiación se aceleraba, el horizonte temporal de los tenedores de activos se reducía a meses, e incluso semanas hasta que la inversión desapareció completamente. El incentivo era claro: Extraer lo más posible del activo con el disponible stock de capital mientras uno todavía fuera el dueño (Larrain y Meller, 1991). Irónicamente el socialismo exacerba precisamente el comportamiento de horizonte temporal de corto plazo, especulación y beneficios inmediatos que, según los socialistas, son características del capitalismo. Un ejemplo más de la Ley de las Consecuencias No Deseadas.

La caída brutal de la producción interna, debida a los tremendos desincentivos de la política de precios y salarios del gobierno, era la principal causa del desabastecimiento de comida. La única manera de superar eso era traer del extranjero (importar). Por ejemplo, la producción doméstica de trigo se desplomó mientras la importación se multiplicó.

Larrain y Meller, 1991
Con la escasez deambulando desde mitad de 1971, control de precios generalizado, política monetaria y fiscal descontrolada y una inflación enorme (de tres dígitos anual desde 1972), los mercados negros comenzaron a aparecer inevitablemente. En el mercado negro las cosas salían de 5 a 10 veces más caras, pero se conseguían. En la ilusoria y ridícula realidad del mercado "blanco" regulado por el gobierno, no había nada. El Estado había creado todas las condiciones necesarias para los mercados negros pero, obviamente, jamás lo admitiría y le servían perfectamente como chivos expiatorios de su fracaso total. Según el discurso socialista chileno, los mercados negros no eran más organizaciones de "conservadores antipatriotas enemigos del pueblo, bla, bla, bla" que hacían escasear los bienes. El gobierno salió a combatirlos en 1972: Creó la Secretaria General de Distribución donde puso al padre de la actual presidente socialista de Chile. Las empresas estatales venderían toda su producción ahí y centralizaría todo el comercio mayorista (tratando de evitar que ningún flujo de bienes fuera al mercado negro). A nivel de comercio minorista, habría control directo del gobierno sobre la distribución de los bienes estableciendo cuotas por familia (azúcar, café, aceite, arroz, carne, etc. y otros 30 productos). Adivinen, ¿Cuál fue la reacción de la gente luego del anuncio de racionamiento? La demanda de todos los bienes se disparó, en especial la de los bienes de consumo no perecedero. Todos fueron a buscar frenéticamente primero los bienes que el ministro nombró en su mensaje y luego los que la gente asumía entrarían dentro de los 30 productos. Todas las familias trataban de conseguir todos los bienes de consumo que encontraran en el mercado, sean cuales fueren esos bienes. Lejos de resolver el problema, la "solución" del gobierno aumento la escasez y el precio de mercado negro.

Dornbusch y Edwards, 1989
Claro, los socialistas chilenos eran ignorantes máximos sobre economía. Posiblemente al pensar que la economía tenía i) gran capacidad ociosa y desempleo, y ii) reservas abundantes; no se dieron cuenta que 1) El nivel de capacidad sectorial específica puede ser muy diferente al número global y 2) La utilización de la capacidad ociosa y las reservas es un elemento que solo se puede usar una sola vez y nada más (para una refutación del argumento socialista del "exceso de capacidad" véase Rothbard, 1962: 726-36). El banco central perdió el 84 % de las reservas internacionales netas (de corto plazo) iniciales en solo dos años. Reduciéndolas a solo 22 días de importaciones (Larrain y Meller, 1991). Recuerden que cuando asumió Allende, tenía reservas para medio año.

Los "CEPAL Boys" trajeron a los "Chicago Boys"

Luego de todo esto pregúntense: Si Allende no hubiera realizado el enorme desastre con anterioridad, ¿Podría un mediocre asesino como Pinochet haber llegado a ser la cabeza del gobierno? La respuesta para mí es clara: Seguramente no. La historia demuestra que muchos genocidas y mediocres han asumido en situaciones críticas de crisis absoluta. El mediocre burócrata asesino de Stalin llegó al poder en medio del desastre absoluto provocado previamente por Lenin y Trotsky. Un mediocre pintor incestuoso como Hitler llegó al gobierno por el previo desempleo masivo y miseria provocado por la desastrosa política alemana de intervención en el mercado laboral (leyes de salario mínimo y seguro de desempleo). Roosevelt, que con su intervencionismo estatal absurdo alargó el sufrimiento y la duración de la Gran Depresión hasta luego de la Segunda Guerra Mundial, llegó por el desastre creado por Hoover. Los militares intervencionistas asesinos argentinos llegaron para "terminar" con el caos del gobierno previo del fallecido Peron y sus cómplices.

Allende realizó el caos que necesitó Pinochet, en la única oportunidad que tuvo y tendría en su vida, para ser alguien. El desastre causado por Allende solo pavimentó el camino y dio la justificación para la dictadura de un mediocre genocida como Pinochet. Lejos de ser la víctima, Allende fue el causante de un daño monstruoso a Chile durante su gobierno y luego del mismo. Sin la destrucción previa de Allende, Pinochet no hubiera tenido ni la oportunidad, ni la justificación, ni el apoyo para dar un golpe. Ten eso en cuenta la próxima vez que veas un "homenaje" a Salvador.

Los obstáculos económicos y restricciones con las que se encontró Allende son perfectamente explicables, mirando los datos históricos como los vimos, con la teoría económica sana. Los sucesos desfavorables, la hiperinflación, la escasez, los mercados negros, etc. eran predecibles (cualitativamente) usando la Ciencia Económica que el gobierno de Unidad Popular decidió voluntariamente no escuchar privilegiando su ideología. No hubo "conspiración yanqui" contra el "pobre Allende", él jamás fue la víctima. Chile, en cambio, fue la víctima real de su absurda "heterodoxia".


Dornbusch, Rudiger Y Edwards, Sebastian (1989), "Macroeconomic Populism in Latin America". NBER: Working Paper No. 2986.

 
Higgs, Robert (1997), "Regime Uncertainty: Why the Great Depression Lasted So Long and Why Prosperity Resumed after the War". Journal: The Independent Review. Vol. 1, No. 4.
 

Larrain, Felipe y Meller, Patricio (1991), "The Socialist-Populist Chilean Experience, 1970-1973". En NBER: Dornbusch, Rudiger y Edwards, Sebastian Eds. (1991) The Macroeconomics of Populism in Latin America. University of Chicago Press y National Bureau of Economic Research.

López, Julio (1971), “La estrategia económica del Gobierno de la Unidad Popular”. Cuadernos de la Realidad Nacional. No. 9.  

Rothbard, Murray N. (1962) Man, Economy, and State, with Power and Market. Mises Institute. Auburn, Alabama. 2004.