Advertencia: Este es un post largo, pero si tenés paciencia serás recompensado con que nadie te vuelva a mentir sobre este tema.
Desde que la Economía se empezó a estudiar con seriedad, los economistas han tratado de desenmascarar las falacias de los inflacionistas. Un inflacionista es alguien que cree que aumentando la cantidad de dinero en circulación o el crédito podrá solucionar algún problema, o a veces todos los problemas. Al principio parecía que los economistas habían ganado la batalla, a tal punto que los inflacionistas no merecían el nombre ni estatura de economistas sino que se los llamaba despectivamente “Maniáticos Monetarios” (Monetary Cranks) [1]. Sin embargo, y a pesar de haber sido refutados una y otra vez, el Siglo XX vio como no solo eran cada vez más admitidos seriamente sino que incluso llegaron a convertirse en parte influyente de la “ortodoxia” (aun cuando a ellos les gusta definirse como la “heterodoxia”).
Muchos hoy en día con tal de justificar su doctrina inflacionaria se encargan de tratar de engañarnos incluso en el ámbito donde la mayoría de la gente, espontáneamente y sin conocimiento alguno de Economía, sabe que algo esta andando mal. Todos hemos sufrido la suba de precios de alguna u otra manera, todos sabemos que estaríamos mejor sin ella, pero hay gente que intentará engañarte al punto de incluso decirte que la inflación es buena para vos y la gente. Veamos uno de los tantos casos a favor de la inflación con la cual intentarán engañarte.
Noah Smith pone el siguiente ejemplo en su crítica sobre que la inflación sea un “robo”:
Supongamos que:
· el precio del litro de leche es $4
· el precio de la gasolina es $4
· el precio de una casa es $200 mil
El Banco Central aumenta la oferta monetaria de tal forma que el peso vale la mitad, o sea los precios son el doble de antes:
· el precio del litro de leche ahora es $8
· el precio de la gasolina ahora es $8
· el precio de una casa ahora es $400 mil
Terrible ¿No?, ¡Los precios ahora se han duplicado! Sin embargo, el salario también aumentará:
Antes de la inflación:
· el salario era $40 mil al año
Luego de la inflación:
· el salario es $80 mil al año
Eso sucede porque el salario es un precio más, al igual que el de los demás bienes (leche, gasolina, casa), con lo cual la inflación (aumento de los precios) lo terminara subiendo.
Ahora bien, a menos que uno tenga una clase especial de bono (algún TIPS por ejemplo), la inflación no aumentará el tamaño de la cuenta del banco.
Antes de la inflación:
· los ahorros [2] en el banco eran $80 mil
Luego de la inflación:
· los ahorros en el banco son $80 mil
Mientras los precios y el salario subieron el doble, los ahorros no. El ahorrador se ha empobrecido:
Antes de la inflación:
· los ahorros compraban 20.000 litros de gasolina ($80 mil/$4)
Luego de la inflación:
· los ahorros compran 10.000 litros de gasolina ($80 mil /$8)
La inflación le ha robado dinero al ahorrista. Aún los inflacionistas aceptan el hecho evidente de que la inflación es un robo hacia el sector tenedor de efectivo e ingresos fijos.
Acá es donde entra la justificación inflacionista:
¿Que pasa si alguien tiene una deuda? Si alguien ya compro una casa (antes de la inflación) y esta pagando una hipoteca. ¿Que le ocurre a esa deuda cuando hay inflación? Al igual que con la cuenta de ahorro del banco la deuda permanece igual:
Antes de la inflación:
· la deuda de la hipoteca era $160 mil
Luego de la inflación:
· la deuda de la hipoteca es $160 mil
Sin embargo el salario se ha duplicado, con lo cual pagar la hipoteca será mucho más fácil:
Antes de la inflación:
· la hipoteca se pagaba con 4 años de salarios ($160 mil/$40 mil)
Luego de la inflación:
· la hipoteca se paga con 2 años de salarios ($160 mil/$80 mil)
Con lo cual es verdad que este trabajador ha perdido $40 mil de sus tenencias de efectivo, pero también es verdad que ha ganado al mismo tiempo $80 mil que no tiene que pagar de hipoteca, mientras su salario permaneció igual.
Es decir que este trabajador gana los mismo en términos reales (los precios aumentaron el doble, lo mismo que su salario), perdió $40 mil de su cuenta bancaria y gano $80 mil de no pago de su hipoteca. Evidentemente hay una ganancia neta de $40 mil para el. ¡El trabajador se ha enriquecido gracias a la inflación! La inflación daña a los que tienen más ahorros que deuda y ayuda a los que tienen más deuda que ahorros.
Los que tienen mas ahorros que deuda son los ricos y la gente mayor. La gente mayor, al estar al final de su vida, no tiene una hipoteca de la que preocuparse pues en general ya la han terminado de pagar a esa altura, así como su auto, etc. Los que tienen más deuda que ahorro son los pobres y la gente joven que trabaja. Los trabajadores jóvenes están mas próximos a estar endeudados para acceder a una casa, auto o estudios superiores, recién están empezando a pagar esa deuda.
La lección inflacionista es: la inflación daña a las personas que ahorran y beneficia a los que están endeudados, o la frase más corta y conocida: beneficia a los deudores a costa de perjudicar a los acreedores. Supuestamente hay una gran mayoría que tiene mas deuda que ahorros, con lo cual con inflación se esta ayudando a la mayoría.
El slogan político diría algo así: “¡Trabajador no te quejes de ella, es una incomprendida, la inflación es tu amiga!”
Hasta acá parece convincente, pero veremos que esa “defensa” tiene numerosas falacias.
1. Los supuestos: Esa historia solo puede funcionar bajo los supuestos que él plantea, el problema del ejemplo de Noah no es que sea “simple” sino los supuestos que usa. Si la pregunta es: ¿La inflación beneficia a los deudores? La respuesta es que eso es incierto [3]. Depende de: 1) Que el deudor tenga un préstamo de tasa variable o fija y 2) de las expectativas de inflación actual e inflación esperada. Si el deudor tiene un préstamo a tasa fija y si la inflación actual es mayor que la esperada, entonces se beneficia. Si el que tiene que pagar la hipoteca paga 8% a tasa fija cuando se espera que la inflación sea 3%, entonces esta pagando una tasa de interés real del 5%. Si la inflación real es 6% en lugar de 3%, la tasa de interés real será solo 2% en lugar de 5%. La inflación beneficia a los deudores cuando: 1) la deuda tiene una tasa nominal fija 2) la inflación actual es mayor que la esperada [4].
2. La neutralidad: Los precios no aumentan ni simultánea ni proporcionalmente. Esta es la falacia básica de
todo su ejemplo. Si algo sabe y ha demostrado fuera de toda duda razonable la
Teoría Austriaca del Dinero [5] es que el
dinero no es neutral, no puede serlo. Cuando se aumenta la cantidad de
dinero, los precios suben desigualmente:
primero unos, luego otros, después los siguientes, etc. Suponer que los precios
suben e instantáneamente lo hacen los salarios proporcionalmente esta fuera del
alcance humano porque no es posible el ajuste instantáneo cuando el dinero se
inyecta por determinados canales, es un supuesto demasiado irreal, solo útil
para el entendimiento pero inaplicable en el mundo. Precisamente esa forma
desigual de subir los precios en diferentes proporciones y momentos, es la
fuente del robo al que son sometidos los ciudadanos. Unos pocos (los que
reciben primero el nuevo dinero)
tienen el enorme privilegio de comprar a precios que todavía no suben, tienen
mas dinero y los precios son los mismos que los de ayer cuando no se disponía
de ese efectivo. Al comprar sacan una enorme cantidad de bienes de mercado y
eso provoca un tendencia a la suba de sus precios (a la demanda antigua con el
dinero antiguo se le suma la demanda
nueva con dinero nuevo). Todos los demás, la inmensa mayoría, que no han
recibido el dinero nuevo aun están en la horrible situación de comprar a
precios subidos con los mismos ingresos. Unos pocos (los que tienen el dinero
nuevo) se han beneficiado (comprado bienes y servicios) a costa de la mayoría
que ahora debe comprar menos pues sus ingresos todavía no aumentan mientras los
precios si lo hacen.
3. Los
ricos no son necesariamente los acreedores: Los ricos que tienen
muchos ahorros, ¡Los tienen invertidos en algo! Bill Gates no puede comerse 1.000
filetes al día, a pesar que su situación económica se lo permite, tiene que
guardar. Lo que ahorra esta invertido en algo: plantas, bodegas, casas,
acciones, etc., los ricos son deudores mas que acreedores. Los pobres en cambio son más acreedores que
deudores. De hecho ¿Cuál es el “patrimonio” de una persona muy pobre? El efectivo
que tiene en mano, nada más. No tiene casa ni auto, solo el efectivo que lleva
en el bolsillo, y la inflación actuara exactamente sobre ese “patrimonio”
(dinero). Además los ahorros de los trabajadores no solo son el dinero en banco
o en su colchón, también han ahorrado para la seguridad social o seguro de vida
anteriormente, si sumamos eso difícilmente haya una “ganancia neta” de $40 mil
luego de la inflación. La idea de que los acreedores son los ricos y los
deudores los pobres tiene raíz en que esa era situación en la Edad Media, pero
desde el Siglo XIX esto ya no es así. En la época en que la gente que era rica
lo era por poseer tierras, los desafortunados que no las tenían eran pobres,
muy pobres, solo de vez en cuando podían juntar algo de dinero pero no podían
acumular nada. En esas circunstancias los pobres no ahorraban nada, solo escondían
unas monedas contra robos o para futuro, no prestaban a interés, solo los ricos
podían ahorrar y prestar. Durante el Siglo XIX eso cambio totalmente. Desde
entonces los que antes eran muy pobres ahora son comparativamente mucho más
ricos, pueden darse el lujo de ahorrar. Esos ahorros son canalizados a ser
invertidos indirectamente en negocios. Los
ricos son los dueños de las acciones de las empresas pero esas empresas para
financiarse muchas veces han emitido bonos o emplean dinero de bancos y lo
deben, amabas formas de financiamiento vienen de los ahorros de los
trabajadores. Pero además los trabajadores ahorran sistemáticamente (vía
seguros de vida, depositando en banco, llegando a acuerdos con sus jefes, etc.)
para su futuro por ejemplo. Si los trabajadores llevan años ahorrando para
jubilarse, esos ahorros acumulados podrían superar lo que vale la hipoteca y
claramente muchos no estarán de acuerdo en sacrificar su futura jubilación para
terminar de pagarla pudiendo hacerlo sin perder su retiro al mismo tiempo. Los
trabajadores siguen siendo los que mas sufren por la inflación. Decir que los
trabajadores se benefician de la inflación es un completo non sequitur. Lo contrario es más probable en el mundo moderno: Un
grupo reducido de deudores ricos [6] se beneficiara reduciendo sus deudas y
además ellos, al tener más recursos, tienen más margen de maniobra y
asesoramiento sobre como defenderse contra la inflación.
4. Castiga
a los futuros tomadores de deuda: El argumento inflacionista no toma
en cuenta que los futuros préstamos
serán más onerosos para los futuros tomadores. Es verdad que la inflación podría
ayudar a reducir la deuda de lo que ya
estaban endeudados, perjudicando a sus acreedores. Pero esa “ayuda” también
es a costa de los futuros tomadores
de deuda, que deberán pagar mayores intereses. El interés de mercado subirá,
luego de la expropiación inflacionaria, debido a que los acreedores no querrán
ser embaucados de nuevo, sube a cargo de que se produzca de nuevo una medida
confiscatoria similar. La inflación solo beneficia a los que están endeudados
ahora, al momento de la inflación, pero perjudica a los que luego quieran
endeudarse. Con la inflacion los ya endeudados obtienen dinero quitándoselo, vía
mayores intereses, también a lo próximos en querer endeudarse. Si, como en el
ejemplo, queremos aplicarle la quita y la obtención de dinero a la misma
persona: ella gana dinero al reducirse su deuda que ya tiene, pero pierde
cuando desee endeudarse luego al pagar mayores intereses producidos por obtener
dinero vía virtual impago de su deuda. Aun cuando al trabajador se le subió
salario al doble, al interés se le aplico una prima de inflación del doble
también, además de esa prima de
inflación doble se le suma el aumento por riesgo de futuras expropiaciones con
lo cual el interés será mas. La inflación no hace mas barato endeudarse, al
contrario, lo hace mas caro en el futuro.
5. Es un
sistema inviable: Llevar el argumento inflacionista a sus últimas
consecuencias terminaría con el merado de préstamos. Cuando se aplica la
anterior medida de devaluación monetaria, los políticos deben convencer que
nunca jamás se volverá a repetir. Si se dejara ver que el robo a los acreedores
es algo que se seguirá repitiendo, los préstamos desaparecerían. El que los
préstamos existan depende de la expectativa de que el robo no será sistemático
y decretado. El robo a los acreedores no es viable, de la misma manera que no
es viable cualquier economía basada en robo sistemático: Si la persona A vive
de robar lo que produce B en cada periodo, ese “sistema” durará hasta que B
deje de producir o se vaya fuera del alcance de A. No es sostenible un sistema donde uno gana lo que otro pierde, solo es viable
un sistema en que al menos se tienda a que ganen ambos en un acuerdo voluntario.
La inflación llevada a sus últimas consecuencias solo logrará hacer desaparecer
el mercado de préstamos.
6. Stefan Karlsson [7] demuestra que, para que la inflación
ayude a los deudores, se necesitan determinadas circunstancias precisas de
precios, a saber: solo si aumenta la renta nominal de los deudores más de lo
que aumenta el costo nominal de los pagos que no son para cancelar esa deuda.
7. Consumo de Capital: La inflación lleva a una tendencia a consumir el capital [8] con lo que se provocará una tendencia a la baja de los salarios reales de los trabajadores, lo que los empobrecerá y definitivamente empeorará su situación para pagar sus deudas. Para aumentar la cantidad de capital per cápita la condición sine qua non es ahorro, la inflación desalienta el ahorro.
Como se ve [9], no hay defensa lógica posible de la inflación. Aumentar la cantidad de dinero no resolverá los problemas de deuda, ni ningún otro problema. Homero tiene mucha razón en llorar…