Como ya vimos en un post anterior, en el sistema de Patrón Oro el dinero es oro y el oro es dinero. Evidentemente el bien económico usado como dinero es algún metal precioso. Siendo metal noble, es uno de los bienes físicos más tangibles y, por lo tanto, se suele intercambiar en términos de peso (en unidades como toneladas, libras, onzas, kilos, gramos, etc.). Consecuentemente, el oro va a ser cambiado en términos de peso y todas las monedas nacionales serán definidas como pesos particulares de metal precioso (Rothbard, 1963: 12; 1983: 9).
Bajo Patrón Oro genuino, la unidad monetaria (la unidad para hacer las cuentas) es, de facto y de iure, una unidad de peso de oro (bien elegido por el mercado como dinero). Esto es así ya sea que la unidad monetaria adopte directamente el nombre del estándar de peso puro (gramos, onzas, etc.) o si se elige un nombre especial (dólar, franco, etc.). Cualquiera sea el caso, el nombre simplemente está designando un específico estándar de peso del bien usado como dinero (Salerno, 2010: 330, 356). Sin importar en absoluto el nombre, lo relevante es que el dinero es el oro. El mercado elegirá la unidad común de tamaño del bien monetario que sea más conveniente. Por ejemplo, si el platino es dinero, probablemente sea comerciado en fracciones de onza; si se usara el cobre, en libras o toneladas. El tamaño elegido es irrelevante para el análisis (Rothbard, 1963: 15). En resumen, suponiendo que el mercado elige como dinero el oro (algo que no necesariamente es o será siempre así), con el sistema de Patrón Oro tenemos que:
Bajo Patrón Oro genuino, la unidad monetaria (la unidad para hacer las cuentas) es, de facto y de iure, una unidad de peso de oro (bien elegido por el mercado como dinero). Esto es así ya sea que la unidad monetaria adopte directamente el nombre del estándar de peso puro (gramos, onzas, etc.) o si se elige un nombre especial (dólar, franco, etc.). Cualquiera sea el caso, el nombre simplemente está designando un específico estándar de peso del bien usado como dinero (Salerno, 2010: 330, 356). Sin importar en absoluto el nombre, lo relevante es que el dinero es el oro. El mercado elegirá la unidad común de tamaño del bien monetario que sea más conveniente. Por ejemplo, si el platino es dinero, probablemente sea comerciado en fracciones de onza; si se usara el cobre, en libras o toneladas. El tamaño elegido es irrelevante para el análisis (Rothbard, 1963: 15). En resumen, suponiendo que el mercado elige como dinero el oro (algo que no necesariamente es o será siempre así), con el sistema de Patrón Oro tenemos que:
Dinero = dinero mercancía = oro
Unidad monetaria = unidad de peso del bien monetario (dinero) = gramo de oro, onza de oro, etc.
Nombre de la moneda = nombre para una cierta unidad de peso del bien monetario = dólar (1/20 onza de oro), franco (1/100 onza de oro), libra esterlina (1/4 onza de oro), etc.
Como se ve, la unidad monetaria es, por ejemplo, la onza de oro y “dólar” es simplemente un nombre para la cantidad 1/20 de onza de oro. El “dólar” es definido como el nombre para aproximadamente 1/20 de una onza de oro, la “libra esterlina” es definida como nombre para aproximadamente 1/4 de onza de oro, etc. (Rothbard, 1963: 14) Noten que el término “dólar” se aplica solo a onzas de oro, y no a onzas de cualquier cosa. La unidad monetaria es una unidad de peso de un cierto bien usado como dinero, como el oro (Rothbard, 1962: 30). Se refiere a un determinado y especifico ente.
Los nombres por sí mismos, sin importar cuales sean (dólar, libra esterlina, franco, marco, peso, etc.), jamás pudieron surgir del mercado como dinero. ¿Cómo se engendraron entonces? Simple, todos y cada uno de esos nombres se originaron como denominaciones para unidades de peso del bien dinero, oro o plata u otros (Rothbard, 1962: 29). No comenzaron como nombres puros, entidades independientes, sino denominaciones para unidades de peso de bienes dinerarios particulares.
Es por esto que, como ya vimos extensamente, es completamente incorrecto decir que bajo Patrón Oro “el precio del oro es fijo en términos de dólar” o que “el dólar es fijado a ser igual a un cierto peso de oro”. El dólar no es un ente independiente a intercambiar. El dólar es definido como una unidad de peso, 1/20 de una onza de oro. El dólar es ese peso de oro (Rothbard, 1962: 30).
De paso, vale la pena acotar que si la unidad monetaria se hubiera conocido siempre como la unidad estándar de peso (“onzas de oro”, “gramos de oro”, etc.) en lugar de reconocerse con nombres (“dólar”, “libra”, etc.), habría sido mucho más difícil para los gobernantes inflar artificialmente la cantidad de dinero (Rothbard, 1983: 51-52). Los gobiernos con acciones deliberadas impulsaron que se usaran nombres de divisas nacionales en lugar de unidades estándar de peso (Rothbard, 1962: 32-42). Lamentablemente, el Patrón Oro clásico pecaba de esta característica peculiar fomentada estatalmente: la unidad monetaria oro implicaba diferentes nombres en distintos países, en lugar de estar denominada en unidades de peso estándar (gramos, onzas). En un mercado libre puro, el oro o unidad monetaria simplemente se cambiaría usando nombres estándar de peso (gramos, granos, onzas, etc.) y el uso de confusos nombres como “dólar”, “franco”, etc. sería superfluo e inútil (Salerno, 2010: 351; Rothbard, 1963: 14).
Rothbard, Murray N. (1962) The Case for a 100 Percent Gold Dollar. Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute. 2001.
Rothbard, Murray N. (1963) What Has Government Done to Our Money? Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute. 2010.
Rothbard, Murray N. (1983) The Mystery of Banking. Auburn, Alabama: Mises Institute. 2008.
Salerno, Joseph T. (2010) Money, Sound and Unsound. Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute.