miércoles, 15 de julio de 2015

Keynesianos confirmando a Rothbard


Observen el siguiente párrafo, traducido por mí, de Rothbard (1963: 304-05): 
Así, la administración de Hoover persiguió una gigantesca política inflacionaria desde marzo hasta julio de 1932, aumentando las reservas controladas en $1.000 millones por medio de la compra de títulos públicos por parte de la FED. Si todos los demás factores se hubieran mantenido constantes, y los bancos hubieran prestado todo, la oferta monetaria habría crecido abrupta y salvajemente en alrededor de $10 mil millones en ese periodo. En lugar de eso, y afortunadamente, la política inflacionaria fue revertida y derrotada. ¿Qué la derrotó? Los extranjeros que perdieron confianza en el dólar, en parte como resultado del programa, y sacaron el oro fuera. Los ciudadanos americanos que perdieron la confianza en los bancos y cambiaban sus depósitos a notas de la Reserva Federal. Y finalmente los banqueros, que se resistían a seguir poniéndose en peligro, usando los recientemente aumentados recursos ya sea para pagar sus deudas con la Reserva Federal o permitiendo que se acumularan en sus bóvedas. De este modo, afortunadamente, la inflación provocada por el gobierno fue transformada en deflación gracias a las decisiones del público y de los bancos. La oferta monetaria cayó unos $3.5 mil millones. Como veremos más abajo, la economía americana alcanzó el punto más bajo de la depresión durante 1932 y 1933, y aun así ya había empezado un movimiento ascendente a mitad de 1932. No es descabellado pensar que la considerable deflación de julio de 1931-julio de 1932, totalizando $7.5 mil millones de efectivo y depósitos o 14 %, fue en parte responsable del repunte de mediados del verano.
El programa inflacionario al que se refiere el autor austriaco ya lo vimos. Ahora bien, si uno mira las fechas convencionales del NBER va a notar que la Gran Depresión fue una recesión que duró desde el pico de agosto de 1929 hasta marzo de 1933. Un total de 43 meses de contracción de la actividad (tomando desde luego del pico). Obviamente, las fechas del NBER indicarían que Rothbard se equivocaba. A mitad (y durante todo el resto) del año 1932, la económica americana todavía estaba en recesión y no había comenzado a ascender.

Sin embargo, debe siempre tomarse en cuenta que las fechas del NBER no son absolutamente seguras. Han sido, y continúan siendo, criticadas y revisadas por los economistas. Por ejemplo, la nuevo keynesiana Christina Romer hace unos años realizó un mucho mejor fechado no solo para parte del siglo XIX, sino también para el lapso entre guerras (1918-1939). Veamos el periodo 1929-1933 según el NBER y según las cifras mejoradas de Romer:

Gran Depresión: la recesión de 1929-1933 según el NBER y Romer

El "pico" es el punto máximo del ciclo e indica que, a partir de ahí, comienza una contracción de la actividad. Mientras que el "valle" es el fondo del ciclo y suele implicar que, desde allí, empieza la expansión.

Como se puede notar, según Romer, la recesión de la Gran Depresión terminó en julio de 1932 y comenzó la expansión. Justo donde Rothbard aclaraba en 1963 que hubo un repunte.

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