Argentina está en una recesión que continua hasta el día de hoy de forma tal que aún no podemos estimar con precisión cuándo terminará. En esta entrada simplemente veremos qué es una recesión y también qué es una depresión.
Desde el punto de vista convencional, en Economía no hay una definición estricta y formal, universalmente usada, para una recesión. Lo cual ya les anticipa que vamos a dar un par de vueltas en este post. Las que se conocen suelen ser, en general, definiciones arbitrarias y sujetas a constantes críticas. Pero, aún así, se ha llegado a una cierta convención entre los expertos y economistas de usar determinados conceptos.
Una de las más usadas
es la del National Bureau of Economic Research (NBER), una de las mayores ONG de
investigación económica de Estados Unidos y que, entre otras cosas, informa
sobre si el país está o no en recesión. Tienen hasta un comité de expertos para
ello, ¿Adivinen como se llama? Sí, el Comité de Fechado de Ciclo Económico
(Business Cycle Dating Committee).
Ellos antes definían recesión
como una caída significativa de la actividad a lo largo de la economía que
puede durar desde unos meses a más de un año. Esa era la definición general. Observen que no
es demasiado precisa: ¿Cuánto es “significativa”? Si es, digamos, 5 %
¿Una caída de 4,98 % no es significativa? ¿Cómo medimos la
“actividad”? ¿Usamos el PBI? ¿La industria manufacturera? ¿La ocupación? ¿A lo
largo de qué y cuántos sectores nos referimos cuando se dice “a lo largo de la
economía”? ¿Cuántos son “unos meses”? Dada esa vaguedad, tenemos
alternativamente una definición técnica.
La definición técnica
de recesión económica que se utiliza usualmente es la que también solía
usar el NBER: dos o más trimestres consecutivos de caída (crecimiento
negativo) del PBI real desestacionalizado (Knoop, 2004: 11-12). Se
desprende, lógicamente, que una expansión económica significa dos o más
trimestres consecutivos de crecimiento del PBI real desestacionalizado.
Observen que son
trimestres porque el PBI se mide trimestralmente. ¿Pero por qué son dos? Perché
mi piace, es decir, porque sí. No hay ninguna regla ni fórmula científica que lo diga.
Pero se ve bastante razonable que medio año de caída signifique algo. Y se saca la estacionalidad
para evitar que las variaciones estacionales nos engañen con caídas
consecutivas que no son recesiones.
Posteriormente el NBER aclaró que desde hace unos años usan otra definición general de recesión: una
caída significativa de la actividad económica a lo largo de la economía, que
dure más de unos pocos meses, normalmente visible en el PBI real, el ingreso
real, empleo, producción industrial y venta mayorista-minorista. Es decir, ahora no tienen una regla fija
como lo de los dos trimestres de caída.
Más complicado aún es el tema de las depresiones. De hecho, no hay una
definición formal de depresión. Las
definiciones informales que existen (The Economist; Knoop, 2004: 14),
establecen que hay una depresión cuando se produce:
- (a) una caída de 10 % o más del PBI real
o/y
- (b) una recesión (caída del PBI real) que dura tres años o más.
En el punto (b) no es necesario que el PBI real caiga 10 %, solo basta que la recesión dure tres años o más. Es decir, que una
recesión es un periodo donde el PBI real se contrae menos de un 10 %. Y una
depresión es simplemente una recesión severa o muy duradera. Sin embargo, a
pesar de ser diferentes, ambas definiciones tienen la misma fecha de inicio.
Estados Unidos durante la Gran Depresión en los 30s cumple los puntos (a) y (b) con creces. Pero veamos el caso argentino.
A fines de los 80s el PBI real cayó en 1988, en 1989 y en 1990. Es
decir, tres años de recesión = depresión. Pero además, el PBI real en 1987-1990
se contrajo 10,37 %. O sea, más de 10 %.
Terminando los 90s se repite la historia. El PBI real se desplomó en
1999, en 2000, en 2001 y brutalmente en 2002. Cuatro años de recesión =
depresión, con el agravante de que en 2002 la caía de más de 10 % por sí sola ya
equivalía a una depresión. Prácticamente una depresión dentro de la depresión.
Y por si fuera poco, la economía argentina se destruyó un 18,36 % en 1998-2002.
En ambas ocasiones se cumplieron en simultáneo los dos criterios de una
depresión. El desastre fiscal y monetario del Estado se paga, Argentina sufrió
dos depresiones en menos de 10 años. Un triste record.
Knoop, Todd A. (2004) Recessions and Depressions: Understanding
Business Cycles. Westport,
Conn.: Praeger. 2010.
te recomiendo que entres a economiaposible.wordpress.com y thenominalratrace que se lleno de tipos (en los comentarios , no los autores) que vuelven a insistir que la emision no genera inflacion haber si sacas alguna tabla para destrozarlos
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