viernes, 27 de junio de 2014

Uno de los gráficos más erroneos de Internet


En la red de redes solemos ver debates muy intensos sobre temas económicos.

Uno de los clichés favoritos de los no tan amigos de la libertad (como nuestro querido ingeniero en este post) es un gráfico que, en sus diferentes variantes, se ve más o menos así:


Wikipedia

Este es el famoso chart de "productividad desacoplada del salario real" para Estados Unidos. La linea naranja muestra (un índice de) la productividad en términos reales, o sea unidades producidas. La roja muestra (un índice de) los salarios reales, es decir la cantidad de bienes que los trabajadores pueden comprar con el salario. Su mensaje es claro: desde 1947 hasta 1973 la productividad real como el salario real crecían similar y simultaneamente. Pero a partir de 1973 hay una separación o "desacople" permanente: la productividad sigue creciendo, con un pequeño impulso a mitad de los 90s, mientras que los salarios reales se estancan, es decir dejan de crecer. La diferencia entre ambos se hace cada vez más grande a medida que pasan los años. Este gráfico es usado una y otra vez en muchos lados para a) "demostrar" empíricamente que la teoría "ortodoxa" que dice que los salarios (reales) tienden a reflejar la productividad de los trabajadores es falsa (acá) dada su evidente divergencia desde los 70s y b) explicar la desigualdad que comenzó a crecer también desde 1973 pues es "claro" que la diferencia entre la creciente cantidad de bienes producidos (y vendidos) y los salarios que permanecieron igual, se la llevaron los empresarios. Los trabajadores no se beneficiaron del aumento de la productividad y los empresarios se han hecho más ricos por ello.

Sin embargo la contundencia del gráfico es falsa. Esta construido con una gran cantidad de errores fatales (los dos primeros son monumentales):

1) Omisión: El primer error señalado, entre otros, por Feldstein (2008) y Sherk (2013), es que se suele usar como medida de ingreso de los trabajadores el salario monetario únicamente, omitiendo otras cosas. Eso es un error. Siguiendo a Walter Williams, supongamos que entras a una empresa ganando $1.000 al mes. Diez años después seguís ganando $1.000, pero además de ese sueldo recibís un seguro de salud, un plan de jubilación, fines de semana y vacaciones pagas, etc. ¿Podes decir que tu ingreso está estancado? No. El salario monetario es el mismo, pero además al trabajador se le dan compensaciones. Lo que en realidad gana el trabajador es la compensación total: salario en cash + pagos que no son en cash. El trabajador gasta menos de lo que gastaría si tuviera que afrontar las compensaciones con su salario monetario limpio, le están pagando muchos de sus gastos. Por lo tanto el salario monetario por si solo no es una medida de lo que realmente ganan los trabajadores, ocurre muy seguido que muchos aumentos se dan en formas no monetarias. Pues bien, la compensación real (ajustada por deflactor implícito) ha crecido con la productividad, no se ha estancado para nada. Solo este hecho evidente es suficiente para mostrar que los trabajadores han recibido los beneficios del aumento de la productividad. Las tasas de crecimiento de la compensación y la productividad también son similares desde 1973. Aun sin ser exactamente iguales, sí son semejantes y, lo más importante, ambas crecen. De entrada es falso que ese gráfico refute la teoría económica elemental. Los trabajadores estadounidenses ganaron más a medida que se hicieron más productivos. De hecho, como nos recuerda Don Boudreaux, muchos americanos ¡Pasaron de ser clase media a ser clase alta!

2) Peras con manzanas: El segundo error es aun peor y más técnico, como muestran Feldstein (2008) y Sherk (2013). Para convertir en real un variable nominal (un valor en dinero) hay que deflactarla, es decir quitarle el efecto de la inflación (suba de precios). Para quitárselo, se debe dividir el valor nominal (numerador de la división) en un índice de precios (denominador de la división). Si gastaste $150 en comprar pizzas y sabes que el precio de cada pizza es $50, entonces para conocer la cantidad de pizzas simplemente se divide el valor nominal ($150) en el precio ($50) y sabremos que compramos 3 pizzas reales. El índice de precios así usado se llama deflactor (el que va en el denominador de la fracción). Pues bien para deflactar (convertir en real) el valor de la productividad y el valor de los ingresos, el gráfico usa dos deflactores diferentes ¿Cuál es el problema de usar dos deflactores diferentes? Que el deflactor de la productividad (deflactor de precios implícito del sector no-agrícola) se comporta diferente que el deflactor de los salarios/compensaciones (IPC). Ambas crecen, cierto, pero el IPC crece más y en general a mayor tasa que el deflactor implícito. A nadie debería extrañar que un valor nominal dividido en algo que crece más rápidamente tenga un valor relativamente más pequeño que dividirlo en algo que crece menos. No solo eso, ambos no son directamente comparables, estamos mezclando peras con manzanas. Usan metodologías y bienes diferentes. Además el IPC usa datos un poco menos exactos que el deflactor implícito. Pero no es un problema de las metodologías de los diferentes indices en si, sino un problema de mezclar metodologías distintas. La compensación total real cambia su crecimiento de acuerdo al indice de precio.

3) Depreciación: Cuatro quintos de la diferencia entre compensaciones totales y productividad son explicados por el error de mezclar peras con manzanas estadísticas (Sherk, 2013). Lo que queda de diferencia cae en la depreciación. La depreciación es la reducción en la productividad de un activo durante su vida útil ya sea porque se desgasta como un auto a los 200.000 km o porque lo reemplazamos por obsolescencia como cuando pasamos de Windows 2000 al 7. Si al tasa de depreciación permanece constante en el tiempo, no afecta a la de compensaciones. Pero si crece, implica menos ingreso para la empresa y los empleados sin afectar la productividad. La serie de productividad del BLS usada para el gráfico no toma en cuenta la depreciación, mide la productividad bruta, no la neta. Ello sobrestima la productividad. Un cálculo realmente justo debería ver como crece la compensación con la producción neta, no con la bruta. La tasa de depreciación creció desde 1973 reduciendo el ingreso disponible para remunerar a los trabajadores. Este problema de depreciación explica la mitad del cuarto que queda de diferencia en el gráfico.

4) Ignora errores conocidos: Pero hay otra cosa que contribuye a la sobrestimación de la productividad: los errores de medición. El BLS sobrestima sistemáticamente los precios de los bienes que las empresas importan. Al inflar los precios de los bienes importados, se hace creer que las empresas adquieren menos de los que en realidad se compran. Con lo cual con menos factores comprados (que en realidad son más) las empresas producen mayor cantidad de bienes, ergo "aumentó" la productividad. Por supuesto ese aumento es una ilusión estadística, no es cierto. El gobierno reporta erróneamente una reducción del precio de importaciones como un mayor aumento de la eficiencia de la producción domestica (Sherk, 2013).

5) Demografía: Mientras que para calcular el crecimiento de la productividad se toma como base el crecimineto del PBI por habitante o per cápita (PBI dividido en el número total de habitantes), para los ingresos se usa el ingreso medio por hogar (ingreso agregado de todos los hogares dividido en el número total de hogares). ¿Cuál es el problema de comparar algo que esta dividido en habitantes por un lado con algo dividido en hogares por el otro? ¡Que el número de hogares ha crecido a mayor tasa que los habitantes! (Rose, 2007) En USA ha aumentado el numero de divorcios, hogares con un solo padre, jóvenes que se van a vivir solos antes de casarse, hay viudas más ancianas y menos niños por familia. Todo ello contribuyó al mayor crecimiento de los hogares por sobre los habitantes. Por lo tanto el crecimiento del ingreso por hogar (que es el ingreso que se usa a veces en el grafico) es mucho menor que el del PBI por habitante (con el que se calcula productividad). Un matrimonio en el que ganan $50.000 cada uno, equivale a un ingreso medio del hogar de $100.000 y a un per capita de $50.000. Si se divorcian y se van a vivir solos, el ingreso medio del hogar cae a $50.000 (antes había UN solo hogar con $100.000 y ahora hay DOS con $50.000) mientras el per capita sigue igual en $50.000. Esto es algo que también puede explicar el aumento de la desigualdad, como muestra Russ Roberts. Agravando aun más el problema de medición estadística esta el hecho de que muchas veces los nuevos hogares formados son hogares de menos ingresos. Luego del divorcio, si la esposa ganaba menos que el marido, el nuevo hogar de la mujer tiene un ingreso menor. Y finalmente hay beneficios incluidos en el PBI per capita no incluidos en el ingreso de los hogares. No debería extrañar entonces una diferencia entre productividad (calculada con PBI por habitante) e ingresos (con media por hogar).

Queda así explicada la diferencia que se observa en ese gráfico. Lejos de ser una demostración de "las injusticias del capitalismo sobre los obreros" o una "explicación del crecimiento de la desigualdad" o una "refutación de la teoría económica ortodoxa de la productividad"; lo único que demuestra ese gráfico es lo fácil que se pueden manipular las estadísticas para engañar.  






Feldstein, Martin S. (2008) "Did Wages Reflect Growth in Productivity?" NBER Working Paper No. 13953.


Rose, Stephen (2007), "Does Productivity Growth Still Benefit Working Americans?" Information Technology and Innovation Foundation.

Sherk, James (2013), "Productivity and Compensation: Growing Together" The Heritage Foundation: Backgrounder. No. 2825.

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