viernes, 3 de abril de 2015

Una de las mejores citas de Hayek


En un solo párrafo, Hayek refuta los delirios místicos tecnocráticos de todas las Escuelas económicas y pseudociencias que hablan de que, gracias al nivel productivo que hemos alcanzado, "la escasez en el mundo actual no es un problema". Tales como: el marxismo, el postkeynesianismo y el keynesianismo en general, la "economía" post-escasez, la "economía" basada en recursos, el socialismo utópico y demás similares.

Página 89-90 de la versión en español de su mejor libro, Precios y Producción:
En este aspecto, como en tantos otros, nos vemos forzados a reconocer la verdad fundamental, ignorada en nuestros días con tanta frecuencia, de que la maquinaria de la producción capitalista funcionará sin tropiezos sólo si aceptamos consumir nada más que la parte de nuestra riqueza total que bajo la organización productiva existente se destina al consumo corriente. Todo aumento del consumo, si no va a perturbar la producción, requiere unos nuevos ahorros previos, incluso si el equipo existente de instrumentos duraderos de producción es suficiente para el incremento de la producción. Para que dicho incremento se mantenga de forma continuada, es necesario que las cantidades de productos intermedios en todos los estadios aumenten proporcionalmente; y estas cantidades adicionales de bienes en proceso son por supuesto capital, tanto como los instrumentos durables. La impresión de que la estructura de capital ya existente nos permite ampliar la producción casi indefinidamente es engañosa. Sea lo que sea lo que nos cuenten los ingenieros sobre la supuestamente inmensa capacidad ociosa de la maquinaria productiva existente, no hay de hecho posibilidad alguna de incrementar la producción en ese grado. Esos ingenieros, y también los economistas que creen que tenemos más capital del que necesitamos, resultan engañados por el hecho de que buena parte de las fábricas y maquinarias se pueden adaptar a una producción mucho mayor a la que existe en realidad. Pero ellos pasan por alto el que los medios duraderos de producción no representan todo el capital necesario para una expansión del producto y que para que las plantas existentes puedan ser empleadas a su capacidad plena sería necesario invertir una gran suma de otros medios de producción en procesos prolongados que sólo darían fruto en un futuro comparativamente distante. La existencia de capacidad ociosa, por tanto, no es en absoluto una prueba de que exista un exceso de capital y de que el consumo sea insuficiente: al contrario, es un síntoma de que somos incapaces de utilizar las plantas a pleno rendimiento porque la demanda corriente de bienes de consumo es demasiado urgente como para permitirnos invertir los servicios productivos corrientes en los prolongados procesos para los cuales (debido a las «asignaciones erróneas del capital») está disponible el equipo duradero necesario.

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