viernes, 28 de junio de 2013

Votar? Para qué?


Pero antes de cerrar esta ventana pensando “este tipo es solo un ingenuo fanático anarquista hippie que no le importa la democracia y me va a dar sermones revolucionarios utópicos”, dejame decirte que hay razones muy sólidas, lógicas, empíricas y éticas para no votar. Empecemos por un análisis básico de costos y beneficios.

Beneficios de Votar

Cual es el beneficio de votar? Es la influencia numérica que uno puede tener con su voto. En este caso la influencia es un solo voto individual. Los que van a votar pueden tener otros beneficios subjetivos adicionales: sentirse bien cumpliendo un “deber cívico”, sentir que uno “hace algo” y es “parte del cambio”, “amor” a la democracia, ir a ver que conocido se encuentra el día de la votación, es posible que haya habido gente que conoció al amor de su vida en la cola de votación! Sin embargo todos esos beneficios adicionales se completan con la influencia numérica que da votar. Por ello es el único beneficio que importa.

Que significa que “tu voto es decisivo”? Significa que en caso de empate, tu voto decide quien gana. Si hay 2 candidatos y votan 20 millones de personas además de vos, entonces tu voto es decisivo si solo si hay un empate exacto de 10 millones contra 10 millones. Tu voto hará que alguien obtenga 10.000.001 y gane. Pero aquí viene la clave.

Que probabilidad hay de que tu voto sea decisivo? CERO, así es: CERO. La probabilidad de que tu voto sea el que decide es 1/N donde N es la cantidad de votantes. En el caso anterior la probabilidad es 1/20.000.000 o 0,000005%. Como todos los votantes tienen exactamente el mismo voto, tu probabilidad es casos favorables (tu voto) sobre casos posibles (los votos de todos los demás).

Por ejemplo: En la elección presidencial de 2011 la cantidad de votantes era más o menos 28.916.000, pero votaron 22.956.000. Cual fue la probabilidad de que tu voto fuera el decisivo? 1 en 22.956.000 o 0.000004%. En palabras simples: Es 2,5 veces más probable sacarse el Quini 6 Tradicional (1/9.366.816 = 0.00001%) a que tu voto sea el decisivo. Y peor aún: Es casi 4600 veces más probable morir, morir!!!, en un accidente de transito (1/5.094 según la OMS) a que tu voto valga. Así es la vida…

Que la probabilidad sea casi cero, sigue siendo mayor que cero, por lo tanto es posible (aunque muy improbable) que haya ocurrido algún caso. De hecho ocurrió solo una vez. Según documentan Mulligan y Hunter (2001) del NBER (o sea, bastante seriedad). Desde 1898 hasta 1992 hubieron 16.577 elecciones nacionales, solo en un caso se decidió por un voto: En 1910 un candidato a diputado Demócrata de New York ganó 20685 a 20684. Solo un caso entre 16.577 o sea una probabilidad histórica de 0.006% o sea CERO. Los economistas de Harvard, California UCLA y Columbia (muchísima pero muchísima seriedad): King, Boscardin y Gelman estimaron en 1998 que la probabilidad de que un voto fuera decisivo era en el mejor de los casos 1 en 10.000.000 y en el peor de menos de 1 en cientos de millones para todos los estados. Es decir que con mucha suerte la probabilidad de que tu voto en USA decida una elección es 0,00001%. Eso es muuuy bajo, cero prácticamente. En un estudio mas reciente, Gelman, Edwin y Silver (2009) analizaron la elección americana de 2008 y adivinen... la probabilidad en promedio de cualquier voto al azar fue de 1 en 60 millones o 0,000002%. Hay otras formas de cálculo que incluyen, más que la probabilidad de que un voto decida, la posibilidad de recuento de votos, pero a usos prácticos bastara con lo anterior. Además solo refuerza la idea de que tu voto no importa para nada.

Pero incluso suponiendo que ocurre un super-milagro y un solo voto es decisivo. Aun así es poco probable que sea tu voto el que decida la elección. Posiblemente una diferencia tan baja hoy en día sea resuelta por la Corte Suprema o algún Tribunal. Como ocurrió en la elección del 2000 en yankilandia, donde luego de un laaargo proceso fue la Corte Suprema la que declaro ganador a la gran W. Con lo cual aún si tu voto decisivo era para el candidato A, la Corte podría coronar al candidato B y graciosamente esa decisión posiblemente se tomaría por votación dentro de la Corte o Tribunal.

Pero además esas probabilidades están sujetas a que todos los que votan tienen el mismo peso, sin embargo hay que añadir las dificultades propias de nuestro horrible sistema electoral. Descontando errores de conteo y fraude, que de por si es descontar mucho!, si tu voto viene de San Juan por ejemplo, tu influencia es aún menor porque las elecciones en este país se deciden prácticamente en La Matanza, Malvinas Argentinas, y otros distritos clave. Ergo no solo tu voto es irrelevante, bajo nuestro sistema electoral es aun más irrelevante si no vivís en esos distritos.

Es decir que el beneficio de votar es cero porque se distribuye (socializa) entre todos los votantes. 

Costos de Votar

Cuales son los costos de votar? Para poder votar correctamente haciendo una elección con conocimiento de causa, el votante debería ser un experto y dominar todos los temas en los que los candidatos pudieran tomar decisiones. En otras palabras hay que ser experto en defensa nacional, economía, orden público, salud pública, lucha contra el narcotráfico, seguridad, turismo, relaciones exteriores, asuntos internos, etc. y todos los temas que hoy el estado debe administrar. Como hoy en dia el estado lo absorbe todo, la variedad de temas es enorme. Una vez sabidos todos los temas uno puede realizar una elección comparando lo que hará cada candidato y también lo que se debería hacer.

Hacerse experto en todas esas áreas requeriría un esfuerzo enorme por parte de cada votante. Necesitaría todo el día para aprender sin preocuparse de trabajar, ver a su familia, divertirse, ver a sus amigos, etc. Solo estudiando los temas. El costo de votar es precisamente el tiempo y esfuerzo dedicado a aprender todo eso.

Claramente nadie va a hacerlo. De hecho muchos tardamos toda la vida en aprender solo una sub-rama de cada uno de esos temas. Pero aún si pudiéramos ser expertos en todos los  temas, el tiempo y esfuerzo requerido seria gigante y recaería integro en cada uno de nosotros.

Mas complicada aun es la tarea porque los políticos saben que nadie se estudiará todos los temas, con lo cual se rehúsan a explicitar su opinión de cada uno de ellos.

Es decir que el costo de votar es gigante y recae íntegramente en cada votante.
Costos VS Beneficios

Debe ser evidente a esta altura que si el costo de votar es gigante y el beneficio es cero, nadie estará dispuesto a pagar ese costo. Todos los incentivos del sistema democrático apuntan a lo mismo: Para que se va uno a esforzar y sacrificar en aprender todos los temas si la influencia que tiene es cero? Debido a esta característica inherente de la democracia (la socialización de los beneficios de votar y la privatización de sus costos), la ciudadanía se desentiende de los asuntos públicos. El beneficio del votante se socializa entre todos los demás votantes y lo que le queda es cero, pero los costos recaen totalmente sobre el. Guste o no, todos hacemos este cálculo de manera implícita o explícita.

Esto es lo que se conoce como Ignorancia Racional. Para la gente es perfectamente racional, porque los costos exceden por mucho los beneficios, permanecer ignorante respecto a los asuntos públicos. Si el costo es prácticamente todo nuestro tiempo y el beneficio es cero, es obvio que nadie tenderá a informarse. Nadie debería extrañarse que la ciudadanía se desentienda de la política.

Pero alguien me dirá "Eso es mentira. Aún sabiendo que su voto no vale nada, la gente va y vota". Y es cierto, la gente vota. Sin embargo debido a la inevitable ignorancia racional, no pueden adoptar criterios objetivos de comparación. Por lo tanto hay que adoptar otro criterio. La alternativa a votar con la cabeza es votar con "las vísceras". Es decir que, con independencia de los que hubiéramos elegido racionalmente si estudiábamos los temas, tendemos a votar según nos caiga pesado el candidato, si nos gusta como habla, si lo clasificamos ideológicamente contrario o a favor, si nos gusta su aspecto, si tiene tatuajes, si se peina, etc. En otras palabras, al estar imposibilitados de usar el criterio racional, usamos criterios basados en aspectos superficiales. Los políticos lo saben perfectamente. Por eso se esfuerzan en aparecer bien vestidos, impecables, hablar bonito, decir lo que todos quieren escuchar, sonrientes, etc. Pura superficialidad. Su comportamiento también es racional: los politicos saben que nadie se estudiará los temas, por lo tanto harán el mínimo esfuerzo por desarrollar un debate racional y apelarán a lo superficial e irrelevante. 

El ejemplo mas clásico fue cuando un joven, decidido y guapo (maquillado) Kennedy destruyó a un enfermo, palido y sin maquillar Nixon (acá la versión Simpson del debate). Que criterio adoptaron los que vieron el debate por TV? La mayoría se dejo guiar por cuestiones superficiales y eligió a JFK.

Porque votar entonces si 1) nuestro voto es total y absolutamente irrelevante. Da exactamente lo mismo no ir a votar que hacerlo, el resultado de la elección será igual 2) sabemos que estamos eligiendo de acuerdo a criterios superficiales y no a una opción racional en todos los temas implicados 3) los candidatos estan obligados por el propio sistema a decirnos lo que queremos oír, no la verdad 4) estamos decidiendo con criterios irracionales sobre temas que afectan a muchos otros además de nosotros. Decidirías tratar una enfermedad de tus padres con un medico basándote solo en el hecho de que tiene buena pinta?

No hay por que elegir entre dos males

El último criterio (entre todos los arbitrarios que hay por el hecho de no poder elegir conociendo los temas) del votante es elegir al "menos malo" que tenga probabilidad de los candidatos. En lógica hay una falacia llamada Falso Dilema. Si te doy a elegir entre Hitler y Stalin, con quien te quedarías? Ese es precisamente un falso dilema, porque nos estarían obligando a elegir entre la misma porquería: Dos genocidas. La elección no es entre un asesino y un no-asesino, es entre dos asesinos! Por eso es falso, siempre podemos elegir un tercero que no sea un miserable. 

Casi nunca la elección es entre alguien bueno y alguien malo (la verdad es que no se me ocurre ningún ejemplo que justifique el “casi”). Cuando ocurre que la persona A es una persona honesta, que no se ha contradicho en temas fundamentales, que no ha sido oportunista, que se ha ganado su sustento y no ha vivido del dinero obtenido vía impuestos, etc; y la persona B es un corrupto, cambiante de parecer según conviene, mentiroso, que jamás produjo algo útil para la población en el sector privado (para ver ejemplos de sujetos así haga clic acá y súmele este)? No ocurrirá porque es una característica esencial inevitable del sistema democrático que siempre “los peores se ponen a la cabeza”. Nuestras decisiones de voto siempre son un falso dilema entre un mal y un “mal menor”. Sin embargo no hay porque elegir entre dos males, porque eso no es una elección lógica. Es ilógico porque se basa en una falacia lógica básica. Ni siquiera es una elección con criterio utilitario, porque la misma tendría que ser entre dos elecciones lógicas y razonables, y esta NO lo es! Es una simple trampa falaz. Uno puede no elegir ninguno.

Como dice Murphy, si nos encontráramos en una situación verdadera de “mal menor vs mal mayor” como por ejemplo estar manejando un colectivo sin frenos y tener que decidir entre virar matando a 3 personas o seguir derecho matando a 30, en ese caso realmente estaríamos obteniendo un “beneficio” en términos utilitarios: morirían 3 personas en lugar de 30. Se salva una importante cantidad de vidas al menos, se limitan la cantidad de muertes. Pero en el caso de una elección tu voto no limita “la maldad”, tu voto es irrelevante. Vayas o no vayas a votar, la misma persona ganará por el mismo margen y violará los derechos igual. A las pruebas me remito: En 2003 hubo una elección entre un ladrón riojano (“EL mal”) y un santacruceño ladrón (“el mal menor”). El resultado fue que ganó el "menos malo" y se convirtió en el ladrón más grande que ha conocido la historia de Latinoamérica. Nadie puede dudar de este hecho: La elección del “mal menor” no solo no disminuyó el mal, lo multiplicó. Cuantas veces votaste al mal menor y cuando ganó fue peor?


Comentario Final

El criterio de selección en el ámbito privado es muy diferente del ámbito público descrito anteriormente. En el ámbito privado tanto los beneficios como los costos caen íntegramente en nosotros, mientras en el público los beneficios (o los costos) se reparten entre todos. La consecuencia de ello es que hay una tendencia a que las decisiones privadas se tomen con criterios mucho mas racionales y eficientes siempre. Si decidimos casarnos o ponernos de novios, trataremos de informarnos lo mejor posible de la persona con la que nos relacionaremos: pediremos información a sus amigos, la conoceremos, sabremos aproximadamente que esperar, si va a ser buena esposa y madre, si nos va a abandonar el primer año con el primero que vea, etc. Si buscamos un trabajo trataremos de informarnos si le va bien a la empresa donde iremos, buscaremos referencias, preguntaremos si nos tratarán bien, si cumplen lo que prometen, etc. Por qué ocurre esto? Porque los beneficios y los costos de esas decisiones recaen totalmente en nosotros. Los beneficios de una buena esposa los disfrutaremos nosotros así como el costo de que nos metan los cuernos recaerán tambien sobre nosotros. Nos podemos equivocar y lo haremos varias veces, pero por lo menos el sistema privado, al hacernos pagar las consecuencias, crea una tendencia a informarnos lo mejor posible de los asuntos. Una cosa es un sistema que incentiva el error a gran escala (como el sistema público) y otra muy diferente es uno donde el error se limita al mínimo en cada individuo (privado). El sistema público democrático crea la tendencia a que no nos informemos y tomemos decisiones irracionales en el sentido de no estar basadas en conocimiento y ser arbitrarias, en el contexto privado en cambio tenderemos a obtener la mayor información posible de cada asunto. No debería ser sorprenderte que la gente se desentienda de lo público y dedique su mayor esfuerzo a sus asuntos privados, donde realmente obtiene beneficios y puede tener grandes pérdidas. Es falso decir que la gente no presta atención los asuntos públicos porque es "vaga" o es "egoísta y no se preocupa por su país", es el propio sistema fallido democrático el que crea los incentivos para que la gente actúe así.

Por si todo lo anterior fuera poco, hay 4 razones más (grupos de interés, representación no vinculante, miopía gubernamental y la ineficiencia inherente del sistema estatal) para demostrar que aún si nuestro voto fuera relevante y eligiéramos con un criterio racional, los políticos terminarían comportándose totalmente diferente de lo que esperaríamos. Con lo cual aun si nuestro voto decide la elección, no se hará lo que queríamos que se haga.

Por ultimo vale la pena aclarar que a pesar que esto es un ataque obvio al inservible sistema democrático, no es una defensa de algún sistema totalitario o dictadura. Todo lo anteriormente explicado se aplica mutatis mutandi tambien al sistema dictatorial. La obligación de hacernos elegir entre un sistema enormemente defectuoso como el democrático y una dictadura tambien es otro falso dilema.


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