sábado, 30 de abril de 2016

Como el capitalismo del siglo XIX benefició a los trabajadores

New York, 1900. Fuente: Alamy

En el año 2014 se publicó un libro (van Zaden, et al. 2014) con las más modernas estimaciones de estadísticas de bienestar a nivel mundial desde 1820 en adelante. En este post, veremos cómo evolucionaron los salarios reales de los trabajadores desde 1820 hasta 1900.

Primero una aclaración obvia: como todo el mundo supone, en el siglo XIX no habían abundantes estadísticas precisas con índices de precios o salarios. Por ende, los economistas e historiadores hacen cuanto pueden con lo que tienen y con los pocos datos que consiguen. Por ejemplo, calcular un Indice de Precios al Consumidor (IPC) a lo largo de un tiempo largo es muy problemático. Hay que considerar cambios en los precios relativos entre bienes complementarios y la introducción de nuevos bienes (vía mejoras tecnológicas o mediante comercio internacional) que pueden causar que se sobre o subestimen las verdaderas subas de precios, existen adicionales problemas que surgen de hacer comparaciones internacionales de salarios reales dado que dietas y patrones de consumo difieren radicalmente, etc. (de Zwart, et al. 2014) 

Para lidiar con eso, se puede usar una canasta de bienes basada en la cantidad estándar de proteínas (40 gramos por día, mínimo) y calorías (1940 calorías por día, mínimo) que se consumen y que provienen de los carbohidratos más baratos del área (en Asia el arroz, en Africa el maíz y la yuca, en Europa del norte avena, etc.). Además, la canasta contiene unas comidas más aparte de las anteriores, algo de ropa y combustible (de Zwart, et al. 2014). A continuación se muestra cuantas de estas canastas de subsistencia diaria puede comprar un salario diario de un trabajador (no calificado, hombre) de la construcción. Este índice refleja el nivel absoluto del salario real basado en una canasta de mínima subsistencia y, por ende, también puede ser una medida absoluta de bienestar. Es una especie de línea de pobreza dado que se relaciona con la cantidad de veces que un trabajador no calificado de la construcción puede comprar la canasta mínima requerida para subsistir a diario (de Zwart, et al. 2014). En palabras simples, 1 es la "línea de pobreza" absoluta. Para "subsistir" se necesita poder comprar 1 canasta al día. 

Dado que tampoco existía un "índice de salarios" en 1820 para los salarios nominales, se usan los sueldos de los trabajadores de la industria de la construcción. ¿Por qué? Porque la construcción fue una de las más importantes industrias en el mundo pre-industrial. Además, la naturaleza del trabajo no ha cambiado mucho desde la era medieval. La evidencia sugiere que los salarios de los trabajadores de la construcción son indicativos de la tendencia de la media de los ingresos (de Zwart, et al. 2014).

Veamos ahora cómo se comportaron los salarios reales en algunas zonas del mundo desde 1820 hasta 1900 por década:

Salario real (en cantidad de canastas de subsistencia) de
Europa occidental, promedio por década, 1820-1900

En Europa occidental los trabajadores pasaron de poder comprar aproximadamente 11 canastas de subsistencia diaria en los 1850s a 19 en 1900s.

Particularmente importante es ver la evolución del salario real en Europa occidental (Reino Unido, Países Bajos, Francia, Alemania, Italia, España y Suecia). ¿Por qué? Porque allí es donde la revolución industrial surge primero y donde más desarrollado se encuentra el capitalismo relativamente a otras partes del mundo en el periodo. Por ende, según las doctrinas marxistas, es ahí donde debería haber una tendencia de los salarios reales a mantenerse en el nivel de subsistencia.

Ahora bien, la evidencia histórica disponible demuestra que no existió ninguna tendencia de los salarios reales a caer  o mantenerse en el nivel de subsistencia durante la era del capitalismo de la segunda mitad del siglo XIX en la región que era más "capitalista": Europa occidental.

Este incremento descomunal en el ingreso real de los trabajadores no calificados occidentales respecto a otras partes del mundo es un fenómeno que se conoce como "la gran divergencia". Es decir, el incremento desigual del nivel de vida entre el mundo occidental y otras partes como la región asiática.

Salario real (en cantidad de canastas de subsistencia) de 
Europa del este, promedio por década, 1820-1900

Observen que incluso Europa del este (Rusia y Polonia) se benefició de la explosión capitalista.

Salario real (en cantidad de canastas de subsistencia) de 
Vástago occidental, promedio por década, 1820-1900
 

Aunque los datos para el Vástago occidental (Estados Unidos, Australia y Canadá) están incompletos, se observa también la tendencia al incremento del nivel de vida. 

Adicionalmente, se puede ver que el nivel de salarios reales es muy superior al de las demás regiones. Una posible explicación para esa desproporcionada diferencia son los precios relativos: los precios de los principales alimentos básicos, que son la parte principal de la canasta de subsistencia, eran relativamente bajos en esos países ricos en tierras (de Zwart, et al. 2014).

Salario real (en cantidad de canastas de subsistencia) de 
Latinoamérica, promedio por década, 1820-1900
 

Incluso en Latinoamérica (México, Brasil y Argentina) se ve una suba importante.


Salario real (en cantidad de canastas de subsistencia) del este de Asia, sur y sudoeste de Asia, medio oriente y Africa del norte y Africa subsahariana, promedio por década, 1820-1900

Por otro lado, tanto el sur y sudeste de Asia (India, Indonesia y Tailandia) como el medio oriente y el norte de Africa (Egipto y Turquía) se mantuvieron estancados en el periodo. Mientras tanto el salario real del este de Asia (China y Japón) y Africa subsahariana (Kenia, Nigeria y Sudáfrica) claramente aumenta desde mitad del siglo XIX. Pero como parten de mucha mayor pobreza que occidente, en términos de nivel, su suba no aparenta ser importante. 

Dado que el capitalismo no se extendió uniformemente por el planeta, sino que comenzó en ciertas regiones primero para ulteriormente desplegarse; no debería extrañar a nadie el desigual aumento del nivel de vida que caracteriza a la "gran divergencia". Tampoco debería asombrar que en regiones aún poco afectadas por el capitalismo no hayan tenido crecimiento de salarios reales. 

La distancia entre la cantidad de canastas que compraba un occidental y las que podían comprar los de las demás regiones determinaba niveles de vida completamente diferentes. Un salario de un trabajador hombre en Europa occidental compraba, digamos, 12 veces su consumo mínimo diario. Debido a ello le quedaba más renta disponible y podía aumentar su inversión en educación, salud y productos industriales (de Zwart, et al. 2014).

Salario real (en cantidad de canastas de subsistencia)
del 
mundo, promedio por década, 1820-1900

Gracias al capitalismo de la segunda mitad del siglo XIX, el salario real medio de los trabajadores no calificados aumentó constantemente en el mundo.

Toda la moderna evidencia científica e histórica demuestra que el capitalismo del siglo XIX en general y el de su segunda mitad en particular elevó el salario real y bienestar de los trabajadores como nunca en la historia. Y ello ocurrió con un Estado que, en términos relativos al de hoy, era pequeño, bajo Patrón Oro y sin estado de bienestar.

La verdadera "revolución proletaria"* fue la del capitalismo.





* Entendiendo "revolución" en su sentido estricto de un cambio rápido y profundo en el nivel de vida de los trabajadores.


 



van Zanden, Jan L., et al. [Eds.] (2014), How Was Life?: Global Well-being since 1820. OECD Publishing.

de Zwart, Pim; van Leeuwen, Bas y van Leeuwen-Li, Jieli (2014), "Real wages since 1820". En Jan Luiten van Zanden, et al. (Eds.) How Was Life?: Global Well-being since 1820. OECD Publishing.

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